miércoles, 24 de junio de 2009

Family Planning - cap 03 - Hana Yori Dango

— ¡No! ¡No puedes anunciarles algo como esto! ¡Dejarán de buscar trabajo! —aulló ella, y trató de salir de la limosina. Pero fue demasiado tarde, Doumyouji entró y cerró la puerta de golpe. Mientras ella se deslizaba a través del asiento, terminó encima del regazo de el. La cara de Doumyouji reflejó una dicha absoluta y sus ojos se habían volteado en una expresión soñadora.
Repentinamente Tsukushi se dio cuenta de lo que estaba haciendo y rápidamente regresó a su lado de la limosina. La cara de él aún seguía en blanco y miraba como si hubiese sido iluminado. Ella notó que el babeaba como si estuviera teniendo un sueño pervertido o hubiese probado algo delicioso.
— ¡OYE! —gritó ella, luego de que el no respondiera al ella agitar las manos delante de el o le soplara la cara.
Su voz lo regresó a la realidad.
— ¿Qué? ¡Qué! —Doumyouji salió de su trance y notó que su chofer aún no había encendido el auto debido a su falta de instrucciones — Oh, bien. A donde los Makino.
Durante todo el recorrido hasta su casa, ella trató de utilizar todas las tácticas que tenía en su poder para tratar de convencerlo de que difundir más este rumor seria inútil. Primero estaban los encantos de una linda chica.
— ¡Oh, por favor Doumyouji! ¡Yo... yo no puedo manejar este tipo de presión de parte de mis padres! ¡Kyaaa! —gritó ella con lágrimas en los ojos mientras sostenía con sus manos las manos de Doumyouji en una tierna caricia.
— No hagas eso, Makino. Es repugnante —a el nunca le gustaron esas chicas sumisas que eran lindas y falsas. Casi olvidó el porque él se había enamorado de ella. Era porque era fuerte y tenia una personalidad dominante, por lo tanto, el ser linda no funcionaría con él. Así que decidió manejarlo de la forma que lo hacia siempre.
— Si le mencionas algo a mis padres, te juro que te patearé tan fuerte que terminarás en la órbita alrededor del mundo.
Doumyouji se ruborizó
Está funcionando, pensó ella
— Yo... yo... —murmuró el — Adoro cuando me desafías. Es tan lindo... pero me has ganado demasiadas veces. Esta vez, sólo esta vez, tengo que ganar. Por nuestro bien.
¡Whaaaa!, pensó ella, ¡Por completo el efecto contrario de lo que quería!
Ella cambió la táctica una u otra vez, pero no hubo ningún cambio en su decisión, de hecho lo hacia mas decidido. Cuando llegaron al lugar, el se dirigió directamente allí con tal aire de seguridad a su alrededor que si incluso lo que el decía era abiertamente una mentira, pasaría por verdad.
Cuando estuvo a punto de golpear la puerta con su puño (la falta de un timbre lo orillaba a hacerlo), Tsukushi se paró frente a el.
— Oh no, no lo harás. No permitiré que divulgues esto más allá de las paredes de la Eitoku. Ya te he dado demasiada rienda suelta con esto.
— Lo haré. Mientras más personas sepan sobre esto, se volverá más real.
— Lo harás... ¡Sobre mi cadáver! —ella luchó para impedir que su mano tocara la puerta. Doumyouji pasó la otra mano frente a ella tratando de golpear la puerta, pero Tsukushi la agarró también. Ellos lucharon una y otra vez atacando los brazos y piernas de cada uno, Doumyouji intentaba tocar la puerta sin golpear a Tsukushi, mientras ella intentaba impedir que el golpeara la puerta, y con un poco de suerte echarlo de ahí para prevenir que las amenazas avanzaran.
Con todo este tirar, revolver, torcer, agarrar causando tal conmoción no era extraño que se oyera a través de las delgadas y baratas paredes del apartamento de la familia Makino. Tsukushi también podía oír a mamá y papá voceando, a través de las paredes; ella sabia que gritaban probablemente para que no oyeran su lucha libre.
— ¿Por qué, papá? ¿Me pregunto que tipo de gamberros están afuera de nuestra casa ahora mismo?
— Este es el tipo de escoria, de la no quería que nuestra encantadora hija la cual asiste a Eitoku y está saliendo con el Maestro Doumyouji, sea asociada, mamá.
Tsukushi se ruborizó, al aparecer ellos le pusieron un particular énfasis a “asiste a Eitoku” y “está saliendo con el Maestro Doumyouji”
— ¡Papá, debes limpiar nuestro frente de esta clase de gentuza!
— ¡Como el valiente hombre que soy, protegeré a mi familia de esta juventud descarriada! —en ese momento, papá abrió la puerta en una demostración de poder y grandeza — ¡Largo, chiquillos degenerados, no compra...!
Fue entonces cuando el notó a Tsukushi y a Tsukasa, envueltos uno en brazos de otro en una muy extraña y torpe posición.
— Um, hola papá
¡Oh rayos!, la última persona que quería que Doumyouji viera, pensó ella
Papá los miró fijamente y parecía que en cualquier momento lloraría de felicidad. Su labio inferior temblaba.
— ¿Y bien Papá, pudiste deshacerte de esos adolecentes molestos? —gritó mamá, su voz se oía desde dentro del apartamento — Tengo la sartén aquí, si ellos se rehúsan a irse me encargaré de ellos.
Mamá salió con la sartén en una mano y una espátula en la otra. Estuvo a punto de golpearlos con ellas cuando se dio cuenta de que eran Tsukushi y el Maestro Doumyouji. Fue cuando se percató de la extraña posición en la que ellos estaban, Tsukushi tenia sus brazos alrededor de Doumyouji, se vería muy romántico si no fuera por le hecho de que sus manos estaban alrededor de su cuello, tratando de estrangularlo. Los brazos de Doumyouji estaban alrededor de la cintura de ella y nuevamente todo esto se vería adorable si el motivo fuera romántico. Pero el trataba de levantarla en un radio que le impidiera a ella estrangularlo.
Aunque esta era la primera vez que mamá los agarraba actuando como gamberros fuera de su casa, instantáneamente ella se olvidó de todo al ver esa escena. Sus ojos prefirieron optar por no ver a Tsukushi estrangulando a Doumyouji. Para ella, parecía como si ellos estuvieran en un abrazo apasionado, como si se estuvieran comiendo el uno al otro con tanto ardor, que seria una sorpresa si sus caras quedaban intactas después de esto.
La quijada de ella cayó al suelo. Se veía como si ella también fuera a llorar de felicidad.
— Hola Tía, hola Tío —sonrió Doumyouji con su mejor tono educado.
Al parecer el convenientemente había optado por olvidar el hecho de que había sido llamado, gamberro, escoria, descarriado y degenerado, hacía muy poco por las mismas personas — Cuanto tiempo sin vernos ¿no?
Mamá y Papá cabecearon, sus labios apretados como si intentaran contener las lágrimas. De pronto se percataron de su falta de hospitalidad ya que aún estaban en la puerta con Tsukushi y Tsukasa en un enredo de piernas y brazos.
— ¡Maestro Doumyouji, por favor entre! ¡Si hubiésemos sabido que iba a venir le hubiésemos preparado algo! —exclamó mamá tirando la puerta abierta, las lágrimas habían desaparecido instantáneamente.
— ¡Disculpe el desorden, Maestro Doumyouji! —dijo papá, yendo de un lado para el otro recogiendo toda la parafernalia que estaba tirada en el suelo.
— ¡No! ¡El no puede entrar! —gritó Tsukushi, siendo callada por la puntual sartén de mamá
— ¡Por favor disculpe su rudeza! ¡Ella no ha tenido tanta educación como usted!
Doumyouji entró y cuidadosamente se quitó los zapatos.
— ¿Algo de beber, señor? ¡Solo tenemos té y agua, que vergüenza, si hubiésemos sabido que usted venia hubiésemos comprado champagne!
— Gracias por su hospitalidad, ¡Tío, Tía!, pero no necesito una bebida —sonrió el.
— ¡Ah, sabemos que nuestras bebidas son demasiado impuras para sus labios! —dijo papá
— ¡No, no es eso! —dijo Doumyouji — No quise ser grosero, pero creo que deberíamos dejar las bebidas para mas tarde, ya que tengo maravillosas noticias para ustedes.
— ¡NO! ¡El no tiene ninguna noticia! —gritó Tsukushi — El solo...
Mamá Makino golpeó a Tsukushi otra vez con la sartén haciendo que ella cayera hacia atrás, fue sostenida por Doumyouji que la atrapó gentilmente y ella se quedó en su regazo, sintiéndose ligeramente aturdida.
— ¡Por favor discúlpela otra vez! Mi pesar más grande ha sido que no la educamos bien...
— De todos modos, Tía, Tío... no, desde ahora debería llamarlos Madre y Padre —dijo Doumyouji su sincronización fue tan perfecta al decir esto que obtuvo la total atención de Mamá y Papá.
— Argh... no —murmuró Tsukushi un poco desorientada debido a los dos sartenazos que recibió en la cabeza — ¡Yo... nosotros... no... mmmm!
Rápidamente Doumyouji le cubrió la boca con la mano mientras ella débilmente intentaba quitárselas de encima. Esos golpes realmente afectaron su razonamiento.
— Bien, ¿Cómo podría decirles esta maravillosa noticia? Umm —dijo Doumyouji. Realmente era muy buen actor — Tsukushi está... ella está...
— ¿Qué es?
— Ella está embarazada, de mi — dijo el sonriendo serenamente lanzándoles una mirada ligeramente avergonzada
Por un momento solo hubo silencio antes de que Mamá y Papá empezaran a gritar y a saltar de alegría. Papá hizo su extraño baile de giros y mamá empezó a hacer malabares con los sartenes con tal habilidad que casi se podría decir que había pertenecido al circo.
— ¿Oíste eso, papá?
— ¡Voy a ser el abuelo del heredero de la Corporación Doumyouji!
— ¡Nuestro nieto valdrá mas que toda nuestra familia!
— Discúlpenme —dijo Doumyouji cortésmente — ¡Lamento interrumpirlos, pero escúchenme hasta el final!
— ¡Lo siento... es solo que, finalmente tenemos esperanzas para nuestra familia! Con papá siendo tan inútil... —dijo mamá.
— ¿Estaría bien si Tsukushi viniera y se quedara conmigo? Prometo que la cuidaré muy bien — dijo Doumyouji antes de que ellos comenzaran otra vez a saltar de felicidad. Realmente no necesitaba prometerles nada, ellos estarían felices de que Tsukushi se quedara con el, con promesa o sin promesa — Sin ánimos de ofender, pero creo que este no es el ambiente adecuado en el que una futura madre deba vivir antes de dar a luz.
— ¡Si, si, estoy de acuerdo con usted! ¡Aquí ella no recibiría la adecuada nutrición! —exclamó mamá
— O el cuidado —dijo papá
— ¡Definitivamente la descuidaríamos!
— ¡Así que es mejor que se quede con usted!
— ¿Entonces están de acuerdo?
— ¡Definitivamente! —dijo papá — De hecho, ayudaré a empacar todas sus pertenencias así ella podrá irse con usted, ¡Es más pienso que es mejor que ella se quede con usted para siempre! No podemos separar a una pareja enamorada, ¿no es así mamá?
— ¡Por supuesto que no, papá!
— Mmmm... —murmuró Tsukushi lo suficientemente consiente para entender lo que sucedía — No puedo... debo permanecer aquí... no me hagan... no quiero...
— ¡No, no puedes! No tenemos suficiente espacio para dos personas más —exclamó mamá como si Tsukushi fuese una extraña y su barriga fuera a ocupar el lugar de un adulto.
— ¿Entonces, traigo sus cosas? —preguntó papá
— ¡Por favor hágalo! —dijo Doumyouji — Mas tarde buscaré a mi chofer para que las lleve abajo.
Diez minutos más tarde, con sus pocas posesiones empacadas en una caja, Doumyouji dijo adiós a sus nuevos Padre y Madre. Tsukushi aún seguía noqueada por los sartenazos que su madre le había pegado. El chofer llevó abajo la caja y Doumyouji cargó en brazos a una semiinconsciente Tsukushi hasta el auto.
— Bueno, si lo haremos, pero su necesidad es mayor que la nuestra —dijo mamá agitando un pañuelo blanco en un gesto de fingida tristeza. — !Bon Voyage! ¡Auf Wierdersehn! ¡Sayonara! ¡Adiós!
— Si la echan de menos, Tsukushi volverá y se quedará con ustedes,—dijo Doumyouji
— ¡No, no regresen! —dijo papá — Espero que se quede con usted para siempre!
— Yo también lo espero —sonrió Doumyouji
Despidiéndose por última vez de ellos a través del espejo retrovisor de la limosina, Doumyouji se volvió hacia los dos chichones de Tsukushi con una compresa de hielo del refrigerador.
— ¿Por qué... por qué hiciste algo tan estúpido...? —murmuró Tsukushi
— Es lo mejor. Si te quedas ahí antes o después ellos se darán cuenta de que no estas embarazada. Pero en mi casa, que hay más espacio, es más sencillo esconderlo.
— No... estoy hablando... de eso —murmuró ella — ¿Por qué... les dijiste... esa estúpida... mentira... ahora se volverán locos...
— ¡Hey! ¡No llames a mis ideas estúpidas!
— Eres estúpido...
Y así, con una discusión entre una semiinconsciente Tsukushi y un locamente feliz Doumyouji, la limosina recorrió el camino hasta la mansión Doumyouji donde Tsukushi viviría los próximos meses.
Cuando finalmente Tsukushi sucumbió a la inconsciencia, Doumyouji sacó su celular y llamó.
— ¿Hola, Rui? Necesito tu ayuda. ¿Podrías venir a mi casa mañana? Si, hay un asunto importante que debemos discutir... si, si, también avísales a Soujiro y a Akira... ¿Makino? Desde ahora se quedará en mi casa, así que ella estará ahí... ¡NO! ¡Idiota! ¡No le voy a hacer algo pervertido...! AÚN... si, bien, okay. Nos vemos mañana

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