miércoles, 24 de junio de 2009

Lagrimas - 05

Shinji entro en la casa de Misato, en realidad el no quería estar allí pero no tenia otro lugar donde ir. Y razones no le faltaban para ello. Lo supo al abrir la puerta. Había luz en la casa, lo que significaba que no estaría solo. Pero de seguro tampoco estaría Misato, porque esa noche se quedaría trabajando en el cuartel hasta muy tarde, incluso era muy probable que ella no volvería hasta mañana. Por ende solo había una posibilidad lógica para responder esto. Y no había que ser muy inteligente para conocer cual era esa única posibilidad.
“Asuka esta aquí”. Pensó amargamente para si.
Se saco las zapatillas y fue hacia la cocina, aunque la luz estaba prendida no había nadie. Para paliar el hambre fue al refrigerador y saco un poco de comida del día anterior y la recalentó. Al no ser mucha la comida que quedaba la comió directamente de la fuente y se sentó en la mesa a comer tranquilamente.
Cuando estaba culminando de comer y se dirigía a levantar la mesa sintió que una puerta corrediza se abría y que alguien salía a mirar hacia el comedor observando a quien estaba en la mesa.
Y se hizo un tenso silencio. El sentado en la mesa casi sin moverse, esperando que ella le hablara, o que se largara. Ella esperando que el se percatara de su presencia y le dirigiera la palabra.
Después de un rato, fue Shinji quien decidió romper el silencio.
¿Supongo que quieres hablar?.
Luego otro rato de silencio Asuka respondió secamente con su tono habitual. –No kinder, no tenemos nada de que hablar-.
Sin animo para el conflicto, Shinji culmino la conversación, declino de levantar la mesa y se dirigió hacia su cuarto. Y aunque vio a Asuka, el se hizo el indiferente y prosiguió su marcha, entrando en su cuarto y cerrando la puerta tras si.
Pero Asuka grito desde afuera. -¡¿Gozas viéndome sufrir Shinji, ¡¿Te sientes satisfecho al verme derrotada ahora!-.
El aludido no contesto.
¡No me dejes aquí gritando como una histérica, ¡respóndeme baka!.
Nada.
Exasperada por esto, Asuka abrió la puerta del cuarto de Shinji e irrumpió violentamente. Al darse cuenta de ello Shinji pregunto un simple -¿Qué haces aquí?-.
Asuka se exaspero ante esta ingenua pregunta. -¡¿Qué clase de pregunta estúpida es esa!-.
Quise ayudarte, pero me rechazaste. Quise comprenderte, pero me insultaste. Quise ser tu amigo, y dijiste que me odiabas; no se porque, pero solo se que me odias. Si tu no quieres nada de mi, entonces dime ¿Qué haces aquí?.
Ella no respondió. Ante esto Shinji solo dijo –Hubo un momento en que yo creía que todo el mundo me odiaba. Al menos ya se que una persona en verdad si me odia.
¡Já, gran honor que adquiero. ¡El ser despechada por el “invencible”!. Como si me hubiera perdido de algo tan bueno, como si alguien se interesara en tu patética humanidad…-
Dime Asuka, ¿a quien tienes que se interese por ti?-. Interrumpió el chico, a estas alturas totalmente hastiado de esta situación.
La pregunta la dejo perpleja, pero no porque ella no entendiera su contenido, al contrario, porque ella sabía muy bien sobre que recaía.
Su largo silencio fue la única respuesta.
Continuo Shinji –Alguna vez yo creía estar solo y quería estar solo. Pero ahora se que no lo estoy, y que nunca lo he estado. Y ahora que se esto, ya no quiero estar solo.
Y luego agrego. -Dime Asuka, ¿Qué vas a hacer cuando te descubras que has terminado sola, ¿Dime qué va a ser de ti?.
Mientras Asuka no atinaba a que responder y solo refunfuñaba o maldecía, Shinji tomo su SDAT y un par de minidiscos y salio de su cuarto a fin de salir de casa. Mientras caminaba por el pasillo ella reacciono violentamente y le grito -¿A dónde crees que vas tercer elegido?.
Asuka, mientras no dejes de odiar y de odiarte, yo no puedo hacer nada por ti aunque quisiera. Pero cuando tu quieras ayuda, siempre yo estaré allí para ayudarte; aunque todos los demás se hayan marchado.
A Asuka ese comentario la termino de sorprender, y como respuesta casi automática comenzó a gritarle al chico que estaba saliendo de casa. -¡¿Pero qué estas diciéndome Shinji!-. Dijo ella con un tono de creciente furia. -¡¿Crees que necesito tu lastima y tu compasión “baka”, ¡¿Crees que necesito tu ayuda, ¡¿Acaso me crees débil e incapaz!...
Shinji se coloco sus zapatillas y abrió la puerta. Antes de salir miro a aquella chica pelirroja y no pudo evitar sentir lastima
¡Vuelve acá inmediatamente kinder!-. Le demando ella.
¿Por qué tendría que volver?.
Ella no tuvo respuesta para esa pregunta. Hasta que soltó la única respuesta que se le vino a su confundida cabeza. -¡Porque yo lo pido!-.
Asuka, esta conversación ya no tiene sentido-. Le dijo Shinji con voz sentida y sincera.
Después de esto, se cerro la puerta.
¡Vuelve aca Shinji, ¡Vuelve maldita sea!... ¡¡¡Vuelve!.
Pero el no volvió. Y ella corrió a su pieza y cerro la puerta.
Rápida y furiosamente Shinji bajo las escaleras del edificio “no uso el ascensor, aunque este no tenía problema alguno” y llego a la planta baja, donde estaban los estacionamientos casi vacíos, salio de allí y se dirigió hacia una suerte de pequeña plaza que había en una convergencia de pasajes del condominio de edificios.
Le sorprendió ver sentado en uno de los bancos a Kaworu Nagisa. Este le había acompañado al departamento hacía como unos tres cuartos de hora: Y aunque Shinji le había ofrecido pasar al departamento, este declino la invitación; y por ello se supondría que Kaworu debería haber regresado a su casa “o al menos eso se esperaba”. No le esperaba allí sentado, como esperando que Shinji regresara a su encuentro.
Como si presintiera la llegada de Shinji, Kaworu le hablo sin mirarle. –Llegas muy pronto Shinji.
¿Muy pronto, ¿no te entiendo?.
Después de voltear la cabeza y mirar por unos segundos a Shinji, Kaworu le dice –Y con que cara llegas, no tienes muy buena cara.
Es verdad, Asuka me odia.
Con cara de extrañado Kaworu le pregunta. -¿Pero por que ella te odiaría?. Supongo que no le habrás hecho nada malo.
No lo se, creo que no. Ella no me dijo un como o un porque. Simplemente me dijo que me odiaba.
Pero hombre, de seguro debe ser alguna de esas rabietas que usualmente les bajan a las chicas por cualquier tontera. Tu sabes como son de raras las chicas repente.
No Kaworu. Yo vi odio en su mirada, como que si de haber podido hacerlo Asuka me hubiera fulminado con ella.
Vamos hombre, es cierto que Asuka es una chica enérgica y algo intimidante…
A veces demasiado.
Bueno si, pero…
¿Perdona pero, tu conocías a Asuka de antes?-. Pregunto Shinji reparando en el detalle de que Kaworu mencionara y describiera tan bien a la segunda elegida.
Si. Desde hace algún tiempo.
¿Eres su amigo o algo así?.
No, no. En realidad yo solo soy un conocido para ella.
Aja.
Rápidamente el chico cambio el tema. -Pero después de todo siempre sentiste que habían problemas entre ustedes. De hecho sientes que aunque te duele lo ocurrido no era del todo inesperable, ¿no?-.
Shinji se quedo perplejo, no sabía que responder. Era como si Kaworu conociera muy bien esa faceta.
Ante el hecho de que el tercer elegido no daba respuesta, fue Kaworu quien, otra vez, cambio el tema. -Bueno, esta empezando a ponerse frío el clima y por lo que veo no tienes ganas de volver a tu casa. ¿Quieres venir a mi casa?-.
Shinji no estaba muy seguro de aceptar la invitación de Kaworu, pero dado que no tenía donde ir opto por aceptar su invitación.
Después de caminar un poco, ambos chicos llegaron al departamento donde vivía el quinto elegido. Era un pequeño departamento de un solo ambiente, por lo que vio Shinji concluyo que vivía solo. Era limpio y pulcro, si bien minimalista y sencillo. De hecho por momentos encontró dicho departamento muy similar al piso donde vivía Rei. Sin embargo era mucho mas acogedor e invitaba a cierta paz.
¿Quieres algo Shinji?
No gracias.
Después de un rato de silencio, Shinji volvió a preguntar. -¿vives solo?.
Si, de hecho en realidad yo no soy de aquí. El instituto Marduk me selecciono como el quinto elegido y NERV me ha asignado esta casa para que viva en ella.
¿Y no tienes familia o parientes aquí?.
No, como dije soy de muy lejos.
¿Qué tan lejos, ¿Cómo del otro extremo del país, o del extranjero acaso?.
mmm…, podría decirse que así es, mi amigo.
“¿Amigo?”. Pensó para si mismo.
A eso de la medianoche llego Misato a su departamento, al entrar no encontró luces, pero al visualizar los zapatos de la entrada supo que Asuka estaba en casa, no así Shinji. En efecto no lo encontró en su cuarto.
Luego abrió ligeramente la puerta del cuarto de Asuka, pensando si a lo mejor Shinji podía estar allí. Pero solo encontró a una chica en estado de depresión que estaba acostada sobre su cama mirando hacia la pared. Pero al sentir la presencia de alguien abriendo la puerta ella volteo y miro a quien la miraba. Al ver a Misato se levanto y rápidamente se acomodo para quedar sentada en la cama.
A pesar de estar en una pieza sin mas iluminación que la que provenía de la ventana entreabierta, Misato pudo ver el rostro sereno, pero a la vez profundamente angustiado de la chica como si hubiera llorado a mares. Quiso saber que le pasaba, a ver si podía ayudarla. Pero no supo como abordarla. Así es que opto por la solución mas simple.
¿Que te ocurre?.
Ella no respondió.
Asuka, se que no estas bien. ¿Qué es lo que te ocurre?.
Siguió en silencio.
Encerrarte en ti misma no te va a ayudar, no es bueno para ti…
¡¿Quieres callarte de una buena vez!. ¡Tu no eres mi madre!.
Luego de un corto silencio Misato replico. –Si, no soy tu madre y tu no eres mi hija. Pero eso no me impide querer ayudarte…
¡Cállate!. ¡Hablas igual como el idiota de Shinji, ¿Por qué hablas igual que el “baka”, ¿Por qué quieren ayudarme?. Nunca he pedido su ayuda porque no la necesito. Y si alguna vez pidiera su ayuda, la pediría yo misma, no esperaría andar dando lastima para ello.
Ante este comentario Misato decidió salir de la pieza de la segunda elegida y volver a su habitación. “Debe de estar en sus días”, pensó. Pero luego de recordar su cara y su rabia desecho esta idea. Por muy fuertes que pudieran ser las molestias de dichos días, estas no eran capaces de poner a una mujer en tamaño estado.
Al entrar en su cuarto Misato se pregunto para si misma. -¿Por qué odias Asuka, ¿Por qué te quieres autodestruir?-.
Y pocos segundos después ella misma se auto respondió. –Se parece mucho a mi cuando tenía su edad.
Después de un breve silencio reflexivo movió su cabeza negativamente. -No me gusta eso.
Luego de mirar un reloj que estaba en la pared. Kaworu dijo. –Muy bien Shinji, ya es hora de ir a dormir, mañana será un día muy largo para todos nosotros-.
¿Para nosotros?.
Así es. A cada día su propio afán- . Y luego agrego. –No te preocupes por mi, yo dormiré en el suelo, y tu dormirás en mi cama.
Bien-. Respondió Shinji sin saber que otra cosa responder.
Y Kaworu volvió a responder con su siempre simple, pero a la vez, enigmática sonrisa.
Como si nunca fueren suficientes las malas noticias ni los problemas, al día siguiente otra noticia afecto a los miembros de la organización. Y una tensa conversación se desarrollaba esa mañana en las oficinas del Comandante.
¿Esta usted segura de lo que me esta diciendo doctora?-. Pregunto el Comandante.
Si, hemos buscado y hasta ahora no la hemos encontrado-. Replico la aludida.
Esto no puede ser, era su responsabilidad única y exclusiva. Y usted la dejo escapar.
La doctora no respondió.
Por su bien espero que nuestro objetivo se encuentre bien. Sabe usted doctora que su conducta es muy sospechosa por los últimos acontecimientos y que no se le ha aplicado el procedimiento correspondiente, únicamente porque aun es útil al plan. Pero recuerde, nadie es irremplazable.
La doctora solo respondió con un lacónico –Lo se-. Acto seguido procedió a retirarse.
Luego de que la doctora se retirara, el Comandante se comunico con los servicios de inteligencia de NERV y ordeno la búsqueda de la primera elegida, quien reportaba desde las 07:00 AM el status de desaparecida. Luego de colgar el teléfono que tenía sobre su escritorio, Gendo junto sus manos y apoyo su barbilla en ella mientras pensaba en la noticia que le habían dado y en las posibles implicancias que podría tener para el proyecto.
Rei ha desaparecido, ¿Qué podría significar eso?-.
Pero la verdadera pregunta que en su fuero interno se formulaba Gendo Ikari era otra. “¿Por qué Rei había desaparecido?”.
Aunque en realidad, el podía sospechar una respuesta. Pero decidió desecharla, no porque fuera esta improbable, sino precisamente por lo contrario, por ser esta muy probable.
Al día siguiente Shinji despertó mas temprano que de costumbre, al levantarse vio que Kaworu ya se había levantado, y por el ruido que se sentía desde otro lugar de la casa parecía que este estaba en la cocina.
Efectivamente, Kaworu estaba en la cocina preparando el desayuno para los dos.
Veo que ya has despertado. ¿Dormiste bien?.
Si.
Que bueno, pasa a sentarte que ya estamos listos para que desayunemos.
Gracias.
Ya avanzada la jornada matutina, en medio del centro de la bulliciosa ciudad deambulaba una chica sin rumbo fijo ni dirección aparente. La gente la miraba extraña, después de todo ella se prestaba para ello. No es común ver deambulando por las calles a una chica extremadamente pálida de pelo azul vestida con ropa de uniforme escolar.
No importaba cuando tiempo hubiera pasado o cuanta gente la hubiera visto o la estuviera viendo, igual la seguían mirando extraña, pero eso a ella no le importaba. Solo veía desolación y desesperanza por doquier; y eso la angustiaba. ¿Por qué todos tendrían que morir?; ¿Por qué tendrían que ser llevados a ese destino?.
Pero eso no era lo único que atribulaba su mente.
Nuevamente sentía un enorme vació en el interior de su ser. Pero esta vez era diferente, no era el vació inherente a su existencia al cual estaba antes acostumbrada; esta vez era como si le hubieran intentado arrancar de cuajo algo que tenía, que le era propio y exclusivo, algo que ahora le hacia falta. Vació producto de un violento despertar, que se veía como luz de ocaso y que sabía ásperamente a LCL.
El vació, había transcurrido toda su existencia inmersa en el, y no le afectaba porque era lo único que conocía. Pero ahora conocía otras posibilidades aparte de su destino, posibilidades donde no necesitaba sentir el vació en su vida. Y detestaba volver a sentir el vació, pero sobre todo el frió interno y opresivo que ahora parecía albergarse en su ser cada vez que sentía este vació, frió que nunca antes había sentido.
-Tristeza. ¿Será esto la tristeza?.
Y de pronto Rei detuvo su caminar, y recordó la batalla contra el último ángel. En aquella ocasión el ángel antes de morir le enseño un sentimiento extraño que ella no entendió en su oportunidad, pero que era idéntico alo que sentía. Solo que esa vez ese sentimiento era del ángel, esta vez el sentimiento era propio.
De pronto, algo interrumpió sus pensamientos, algo que venía de una tienda de música ubicada frente de ella. Una canción pausada que se acrecentaba a medida que ella entraba al lugar. Una canción, tal vez… ¿un significado para ella?.
In my dreams I'm dying all the timeAs I wake its kaleidoscopic mindI never meant to hurt youI never meant to lieSo this is goodbyeThis is goodbye.
En mis sueños estoy muriendo todo el tiempo,cono si despertara es una mente caleidoscópicanunca quise lastimartenunca quise mentirteentonces esto es el adiósesto es adiós.
Buenos días, ¿En que puedo ayudarla?-. Pregunto un empleado de la tienda a la joven que estaba frente a el.
¿Ah?-. Fue la repuesta que obtuvo de parte de ella. Acto seguido dio ella media vuelta y se retiro del lugar.
Que chica mas rara-. Fue lo único que pensó el empleado.
Ya nuevamente deambulando en la calle ella seguía pensando cosas mientras veía a la gente pasar, absorta en sus preocupaciones diarias y cotidianas.
Pero, algo no la dejaba tranquila.
“En mis sueños estoy muriendo todo el tiempo, Pero tal vez no tan solo en mis sueños”.
¿Qué quieren de mi?-. Se pregunto para si misma en voz baja, casi susurrante.
Y alguien “o algo” le pregunto a la chica. -¿Y que quieres tu?.
De pronto, ella se detuvo.
Y solo pudo pensar en algo que no lograron arrebatarle.
En una persona.
Levanto su cabeza y comenzó a correr desesperada y sin rumbo aparente.
Después de desayunar Shinji quiso irse del departamento. No es que encontrara desagradable o inaguantable la presencia de Kaworu, pero se sentía incomodo estando allí y deseaba huir, otra vez.
Pero Kaworu sintió este deseo de escapar y se lo hizo saber. -¿Qué te ocurre?.
Nada-. Le respondió Shinji, tratando de disimular la situación.
¿Nada?. Si fuera nada no sentirías deseos de huir de aquí, aunque nadie te este despidiendo.
¿De donde sacas que pretendo huir?.
Eres muy extraño Shinji-kun. Te interesan la suerte de tus semejantes, a pesar de que siempre tiendes a evitar a toda costa todo posible contacto con otras personas.
Silencio por parte de Shinji fue la única respuesta.
¿Temes sentir a las otras personas Shinji?. Siendo ignorante de los otros, nunca serás traicionado o herido, aunque así nunca escaparás del sentimiento de tristeza. Pretendes que enterando tu alma y tu corazón en lo mas hondo de tu ser podrás escapar para siempre del dolor y de la infelicidad de tu existencia. Pero aunque las personas puedan escapar por un momento de la tristeza, no pueden borrarla para siempre. Ello es imposible, porque todos estamos solos y la soledad nos da tristeza, la tristeza nos lleva al dolor y de ahí al sufrimiento. Eso hace de los humanos una especie triste y desconsolada. Por eso necesitan de los demás, porque no pueden vivir solos.
Sin embargo, las personas no tienen que necesariamente ser una especie triste. También pueden aceptarse para perdonar, perdonar para olvidar, y así pueden ser capaces de vivir.
¿Qué quieres decirme con ello Kaworu?.
Dime Shinji, ¿Hace cuanto tiempo que huyes, ¿Hace cuanto que sientes tu alma y tu cuerpo están desconectados de tu ser?. La gente siempre siente dolor en sus corazones. El corazón es fácil de herir, eso es porque vivir es doloroso. En particular, tu corazón, que es frágil como el cristal.
¿Yo?
Eres digno de amar y de ser amado. Digno del amor.
Shinji no soporto más las palabras de Kaworu, salio corriendo hacia la puerta, la cual abrió, y de ahí huyo, otra vez.
Al asomarse por la puerta abierta y ver como Shinji huía del lugar. Kaworu solo pudo pensar en ese chico que huía sin rumbo ni dirección hacia cualquier parte, o hacia ningún lugar. Y sintió compasión por ese chico y su desgracia.
Eres digno del amor Shinji …
Largo silencio se hizo antes que Kaworu completara su oración.
…pero se que para ti eso no puede ser posible…
Mirando al cielo, este concluyo.
…a menos que tu decidas atreverte a amar.
Esa tarde, en las instalaciones de NERV, Kaworu se encontraba en uno de los hangares donde se mantenían las unidades Evangelión. Mas específicamente, se encontraba observando a la unidad 02. Mientras lo miraba se decía para si mismo.
El Evangelión. Alter ego de Adán, y sirviente de los Lilims. Es irónico que sean los instrumentos concebidos para lograr la absolución, para terminar siendo la sentencia de sus autores. Es la hora de vuestra liberación y de la ejecución de la voluntad de nuestro padre.
Pero Kaworu sintió una presencia inesperada, mas conocida por el, que le estaba mirando por detrás suyo.
Pero detrás suyo solo estaba el Evangelión 00, y no sintió presencia humana alguna, ya sea dentro de dicha unidad o fuera de esta.
Pero la presencia se comunico mentalmente con el chico.
¿Mucho tiempo sin vernos, no lo crees así?.
Después de esbozar otra vez su enigmática sonrisa, Kaworu le respondió, también de forma telepática. -¿Qué haces aquí, no esperaba verte-.
No me sorprende eso ultimo-. Y después de unos breves instantes de silencio respondió. -Solo estaba aquí descubriendo un par de cosas.
¿Cosas, que cosas?
Que los humanos o lilims son mucho mas listos de lo que pudiera pensarse. No solo replicaron a Adán. También previeron el día de la hora prometida, incluso de seguro hasta están esperando que hagas tu jugada, de seguro ellos ya la tienen prevista de antemano.
¿Qué clase de especie puede jugar con su propio destino?.
Solo una especie que conoce su destino puede hacerlo.
Entonces debemos dar cumplimiento a su destino.
Cuando Kaworu se volteo y se aprontaba para liberar a la unidad 02, la voz le hablo. –Si les revelas tu verdadera identidad y tu verdadero propósito, los humanos te destruirán.
No pueden hacerlo, no si me puedo unir a Adán.
Precisamente por ello mi hermano, piensa en lo siguiente. Si los humanos pueden conocer su destino, deben de saber cuales son nuestros planes. Y si fuere así, ¿crees que dejarían aun remotamente que pudiéramos siquiera acercarnos a Adán?.
Y la sonrisa de Kaworu fue lentamente reemplazada por una cara de sorpresa. A estas alturas todas sus certezas sobre los humanos estaban por lo menos siendo cuestionadas.
Si bajas, solo la muerte podrás encontrar. A los lilims las puertas del cielo y de su destino se les abrirán de par en par. Los papeles se habrán invertido, y los humanos podrán retar la voluntad del creador mirándole a la cara y tomando las riendas de su evolución; siempre y cuando logren dejar de lado sus instintos suicidas.
¿Qué quieres decirme con ello?
Adán esta aquí, pero no esta donde deberíamos esperarlo.
¿Entonces no tengo mas elección que la muerte?.
¿Y por que tan determinante?. Siempre hay una posibilidad de elegir Tabris, deberías saberlo. Después de todo tu eres el ángel de la libre elección.
Hablas muy extraño Armisael. No te reconozco.
Debe ser porque he estado dedicado a conocer a los humanos mientras todos ustedes solo se dedicaban a idear el como exterminarlos.
También he estado observando a los humanos, son criaturas muy raras.
Entonces debes entender que también tienen la posibilidad de elegir y que no están predeterminados hacia la desdicha.
¿Y porque los humanos podrían elegir?
Porque pueden hacerlo.
¿Realmente crees que ellos pueden elegir?.
Si, me lo enseño alguien que en principio estaba predeterminada, alguien que pese a todo pudo elegir. Y si ella pudo elegir, ¿Por qué no debieran los demás elegir?.
¿Ella?.
Kaworu sintió otra presencia, volteo su mirada y pudo visualizar a la persona a la cual se refería Armisael, mientras este desaparecía de su mente. Y se dirigió a ella.
Por fin nos conocemos, Primera elegida.
Pero la aludida solo se limito a señalarle. –Se quién eres. Pero quiero saber qué es lo que buscas y que es lo que quieres.
No es distinto a lo que tu buscas y quieres.
Ella le miraba, sin responder.
En realidad tu y yo no somos muy distintos. De hecho en realidad somos iguales.
Pero ella con un movimiento suave y breve de su cabeza negaba esta proposición.
Con extrañeza Kaworu escuchaba la respuesta de Rei. –No somos iguales… tal vez podamos parecernos demasiado. Pero no somos iguales.
No Rei. Tu quieres creer que no eres igual a mi, porque has tomado conciencia de tu finalidad. Pero eso no es suficiente para marcar diferencia. Después de todo, si no soy yo, tu harás mi labor. Es inevitable que así sea.
No, yo tengo algo que tu no tienes. Y eso si puede diferenciarme.
¿Y que podría ser eso?.
Silencio hubo en el hangar hasta que Rei pronuncio la palabra clave.
Fe. Yo tengo fe en un mañana.

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