miércoles, 24 de junio de 2009

Family Fanning - cap 10 - Hana Yori Dango

Con un pestañeo Tsukushi abrió los ojos. Su cuello le dolía. Ella trató de alzar una mano para darse un masaje cuando se encontró con que no podía hacerlo. Para su sorpresa, sus manos estaban atadas detrás de su espalda.
Abrió la boca para gritarle a quienquiera que había hecho esta estúpida broma... ¿Mimasaka? ¿Nishikaido? ¿Doumyouji?... para que la soltara inmediatamente. Pero se dio cuenta que tampoco podía hacer eso su boca estaba amordazada.
Sólo para asegurarse todo esto fuera cierto, ella movió sus pies. Pero para su consternación, se dio cuenta de que también estaban atados.
Esto parecía ir más allá lo que el F4 juzgaría como una travesura decente. No, ellos nunca irían tan lejos; no con ella, al menos.
Ella se levantó con mucha dificultad y miró a su alrededor tratando de orientarse. Estaba tirada en una incómoda cama en un pequeño cuarto escasamente amueblado, aparte de la cama, él único mueble que había era un escritorio de madera simple y una silla de aspecto rígido. Había una puerta en el otro extremo del cuarto, pero estaba cerrada, y no había forma de que ella fuese capaz de abrirla. Al otro lado del cuarto había una ventana, pero la persiana estaba cerrada de modo que Tsukushi no podía ver el exterior.
Todo era inútil, estaba inmóvil y encerrada bajo llave. Pero su poder de mala hierba se negó perder, así que inmediatamente empezó a pensar en una manera de, al menos, desatarse.
¿Pero cómo? No había ningún objeto punzante en el cuarto excepto la persiana, y estas no eran exactamente muy filosas que digamos. Cuando ella se tiró hacia atrás en la cama por la desesperación, sintió que algo se le clavaba.
¡Era su celular, que había estado en su bolsillo todo este tiempo!
Ella se retorció con la esperanza de sacar su celular del bolsillo. Se movió sobre la cama, haciendo varios giros y malabares tratando de agarrarlo. Finalmente logró agarrar el teléfono, pero al sacarlo, este cayó la pequeña cama, para luego que aterriza en el suelo silenciosamente.
Ella trató de agarrarlo, pero olvidó que sus manos estaban atadas a su espalda. Como consecuencia de esto, terminó cayendo en el suelo con un fuerte ruido sordo.
El ruido alertó a quienquiera que estaba fuera de la habitación de su intento de escape. La puerta se abrió de repente, y un hombre muy grande entró. Él estaba vestido completamente de negro, y su cara estaba cubierta con un pasamontañas. Realmente parecía un criminal. Al este lo siguió una persona mucho más pequeña que por la forma de su cuerpo Tsukushi supuso era una mujer. Ella vestía de la misma forma, y también llevaba un pasamontañas. Tsukushi solo podría ver sus ojos.
— ¿Ah, finalmente despertaste? —sonrió él con satisfacción. Él se acercó y tiró la mordaza de su boca, pero no hizo nada para ayudarla a levantarse del suelo.
— ¿Quiénes son ustedes? —dijo Tsukushi. Era la primera pregunta en la cual ella podía pensar, a pesar de estar tirada en el suelo de la forma menos elegante.
— ¿Realmente piensas que te lo voy a decir? —resopló él, riéndose sádicamente — Pero si insistes en querer llamarme de alguna forma puedes llamarme Gin.
— ¿Ustedes me... trajeron aquí? —Tsukushi no pudo decir la palabra «secuestrado» porque eso sería como realmente reconocer que oficialmente estaba cautiva.
— Sí, lo hicimos —dijo él claramente, como si no fuera nada.
Cuando él la llamó por su nombre exacto Tsukushi sintió como un escalofrió recorría su espina dorsal. Ella no sabía quiénes eran ellos, sin embargo al parecer ellos si sabían quién era ella, por lo menos su nombre y a qué escuela asistía.
— Yo... no soy Makino Tsukushi —murmuró Tsukushi. Quizás era por eso que la habían secuestrado. Porque era Makino Tsukushi. Tal vez si insistía en que tenían a la persona incorrecta, la dejarían ir.
— No mientas —exclamó la mujer con irritación, sacando una revista. Con desazón Tsukushi se dio cuenta que era Maternidad Hoy, la revista donde ella y Doumyouji salían en la portada, en la que estaba el artículo del escándalo sexual, donde ella hacia a su debut — ¿Una chica que tiene un gran parecido a la Makino Tsukushi de la portada, y que también asiste a la Eitoku Gakuen? No lo creo. Sabíamos que eras tú en el instante en que saliste por la puerta. Te esperamos durante tres horas, y ni una otra chica se parecía tanto la Makino Tsukushi de la portada.
Tsukushi sintió que su corazón saltaba y maldijo su suerte, maldito Doumyouji, maldijo a Doumyouji por haberla metido en ese plan tan estúpido, maldijo a la revista Maternidad Hoy, maldijo a Doumyouji Media Holdings, maldijo su incapacidad de resistir las presiones de Tsubaki de tratar de hacerla oficialmente parte de la Familia Doumyouji y maldijo el haber asistido a la Eitoku y haberse visto implicada con Doumyouji Tsukasa en primer lugar. Ella nunca habría imaginado, a pesar de lo encendida que era su imaginación, nunca pensó que un artículo supuestamente inocente podría terminar causando su tanto problema.
— Y ahora que está despierta, señorita Makino Tsukushi, tenemos cierto negocio del que ocuparnos — dijo en el hombre llamado Gin — ¿Dónde está su celular?
— No está aquí —mintió Tsukushi, desde el suelo, su teléfono estaba escondido debajo de ella. Iba a aferrarse a su última desesperada esperanza de escape, lo protegería, aunque esperaba que no fuese necesario, con su vida.
— Levántate —dijo el hombre con tranquilidad, con sus ojos fríos como el hielo sobre ella.
Tsukushi no hizo ningún movimiento, después de todo, era culpa de ellos que no pudiera moverse. La mujer avanzó apresurada hasta donde Tsukushi llevándola de regreso a la cama, y el teléfono fue revelado. Tsukushi sintió como si toda su esperanza se iba por el caño.
— ¿Tu celular no estaba aquí, eh? ¿No eres Makino Tsukushi, eh? —dijo Gin ¿Eres muy osada, verdad? Buen intento, pero la próxima vez que me mientas, voy a romperte los dedos.
Parecía que hablaba muy en serio. Recogiendo el celular, lo abrió y presionó algunos botones.
— Doumyouji Tsukasa, ¿eh? —murmuró él. Él presionó el botón de llamada y puso el teléfono en su oído, y unos segundos más tarde, dijo — Tenemos a su novia y a su hijo. Tiene cuarenta y ocho horas para cumplir con nuestras exigencias, o los mataremos.
Al otro lado del teléfono, Doumyouji estaba en shock por lo que había escuchado. ¿Era real? ¿Una mentira? La desaparición de Tsukushi lo estaba volviendo loco, y dentro de si, quiso creer lo que esas personas decían de su paradero.
Pero lo primero que dijo fue
— ¡¿Quién demonios eres tú?!
Nishikaido, Mimasaka y Rui se giraron hacia el, sorprendidos por su inesperado estallido. No podían oír la otra parte de la conversación, y el que Doumyouji de repente le preguntara a Tsukushi quien era, bueno, era muy sorpresivo.
— Eso no es de tu incumbencia —fue la fría respuesta — Soy el que tiene a tu novia en sus manos.
— No te creo —susurró Doumyouji, perdiendo los nervios, a pesar de ser el mas poderoso e influyente de todos los tiempos, sin Tsukushi se sentía debilitado y sin poder alguno.
— ¿A no?, ¿Te muestro la verdad?
El ruido de algo agitándose se escuchaba, y el sonido de algo siendo empujado, tal vez una puerta, lo siguió. Doumyouji oyó levemente a alguien hablando en el trasfondo, el pudo distinguir la voz de un hombre que autoritariamente dijo: Habla con el, lo siguiente que Doumyouji escuchó fue a Tsukushi.
— ¿Doum...Doumyouji? —dijo vacilantemente, el teléfono estaba en su oído, mientras era forzada a mantener su posición, tirada en la cama, en contraposición a la pared.
— ¿Makino, donde estas?, ¿Estas bien?, ¿Quieres volverme loco?, Te… te extraño, te extraño tanto, que pienso que mi corazón va a romperse —una ola de alivio, reflejada como preguntas salió de los labios de Doumyouji. Era un gran alivio saber que ella estaba viva. Era un consuelo saber que no parecía estar desesperada.
— E… estoy bien, no estoy herida, pero estoy atada en este cuartucho desnudo y…
Le quitaron el teléfono antes de que Tsukushi pudiera dar mas detalles de donde o con quien pudiera estar.
— Suficiente de detalles —nuevamente era la voz de un hombre — Iré directo al grano, si quieres de regreso a tu amada, vas a aceptar todas mis condiciones, sin excepción. Por la vida de tu novia y tu hijo, quiero que me des la mitad de lo que vale Doumyouji Enterprise. No soy codicioso, solo deseo un mero 50% en intercambio, no de una, sino de 2 vidas, dos vidas que son preciosas para ti. Te llamare en 6 horas, no contactes a la policía, ten un buen día.
Con eso, el hombre quien quiera que fuera, colgó, dejando a Doumyouji sin palabras por esta noticia.
— ¿Quien era? —demandó Nishikaido, obviamente no era Tsukushi
— Era… —murmuró Doumyouji, sus ojos estaban completamente abiertos, inusitadamente paralizado por el miedo, miedo por la seguridad de Tsukushi. El sentía la garganta seca, mientras las palabras salían sin vida de sus labios —Eran sus secuestradores.
— Secuestradores —dijo Rui — Entonces debes de decirle a la policía
— No —gritó Doumyouji — Lastimarán a Makino, podrían matarla.
— Mira —dijo bruscamente Rui, de una manera irritada que sorprendió a Nishikaido y Mimasaka. Sus puños apretaron el bolso de Tsukushi, todavía en sus manos, tratando fuertemente de dejar de temblar por la cólera —¡Qué demonios vas a hacer si no le dices a la policía! ¡Sólo ellos tienen el poder y los recursos necesarios para resolver esta crisis!
— Yo… —suspiró Doumyouji hundido, sus hombros caídos — Yo… yo no lo se, pero la rescataré. Solo pagaré lo que ellos exijan para dejarla ir. De alguna manera, por favor, solo no le digas a la policía, los secuestradores, específicamente, dijeron que no lo hiciera.
— Vas a escuchar sus demandas y caerás en su trampa —replicó Rui — Deja de hacerle el superhéroe y por una vez se realista, usted, señor no es invencible. Entiéndelo no vas a rescatarla solo, no podrás hacerlo. Si escuchas a los secuestradores y solo te sientas a esperar sus órdenes, pienso que eso seria muy egoísta de tu parte, no vas a hacer ningún esfuerzo en rescatarla.
El peso de las palabras de Rui lo penetraron y la verdad lo golpeó. Aún Doumyouji no podía pensar en nada para contradecirlo. El suspiro desdichadamente —Es inútil, todo es mi culpa, si no la hubiese hecho enojar ella nunca se hubiese ido, si no se hubiese ido, ella no hubiese sido secuestrada, todo es mi culpa.
— No Tsukasa, no lo es. Nosotros también la hicimos enojar, y no es tu culpa que hayan personas que quisieran secuéstrala —dijo Mimasaka poniendo un confortable brazo alrededor de Doumyouji.
— Estamos juntos en esto —dijo Nishikaido — Nosotros también queremos que este bien, pensaremos en la mejor manera de rescatarla, ¿esta bien?
Sus tres mejores amigos se acercaron a el y solo su mera presencia lo reanimó. El estímulo de sus amigos pareció reanimar a la bestia dentro Doumyouji, y su impotencia letárgica fue sustituida por una resolución encendida de no tomar ninguna mierda de los secuestradores y rescatar a Tsukushi sin peligro, usando cualquier método que sea necesario.
— Doumyouji no es el tipo de persona que se deja mangonear de nadie —dijo Rui, especialmente no de una gentuza que han tomado a aquella a la cual el mas ama.
— Muy bien, tiempo de decirle a la policía —dijo Doumyouji, firmemente — Al diablo con sus órdenes.
Él se acercó a la mujer policía que estaba en la ventanilla, quien había estado esperando con paciencia mientras ellos discutían sobre el mejor modo de rescatar Makino. Él se extendió en una explicación larguísima de quién era él, y quién era Tsukushi, como el artículo había molestado a Tsukushi, donde ellos habían encontrado el bolso de Tsukushi, lo que había dicho el testigo ocular y lo que ellos habían asumido que podría haber pasado. Doumyouji explicó lo de la llamada telefónica que acababa de recibir y el tipo de persona que había estado hablando con él, los detalles minuciosos de la conversación. Rui entonces pasó el bolso de Tsukushi de modo que pudiera ser analizado para pistas.
La mujer policía tomó nota de todo y posteriormente los refirió a un joven detective, que supuestamente era la estrella de la fuerza policial con un don tal para calcular coartadas y motivaciones detrás de delitos. Él saludó al F4 y luego se presentó.
— Mi nombre es Shinichi Kudo —dijo él, sacudiendo la mano de Doumyouji — Es un placer trabajar con usted. He manejado casos de homicidio antes, pero este es la primera vez que he sido asignado a un rapto.
Era un hombre joven con el pelo marrón oscuro, y no parecía ser mucho más viejo que ellos. De hecho, aparentaba la ser de su misma edad, pero Doumyouji no estaba del todo seguro. Su juventud, sin embargo no se traducía en su sentido de moda; él tenía un estilo bastante pintoresco. Vestía un horrible traje azul brillante y llevaba puesta una pajarita roja deslumbrante, y la brillantez de todo esto simplemente hizo que Nishikaido y Mimasaka se encogieran.
— Ahora, vamos a algún lugar tranquilo, ¿está bien? Puedes empezar por contarme todo lo que hasta ahora sabes.
Shinichi lo condujo a un cuarto para entrevistas muy usado, donde el F4 nuevamente, le contaron todo lo que había sucedido, mientras el garabateaba furiosamente unas notas. El le hizo mucha preguntas, como si sabían el número de la matricula del coche, el número de teléfono del hombre que había secuestrado a Tsukushi y otros detalles que los F4 no habían pensado anteriormente.
Incluso después de revisar cada detalle, ellos no encontraron respuestas. Sin embargo, Shinichi Kudo, siendo el brillante detective que era, no había agotado todas las posibilidades. Él insistió en volver a la escuela y nuevamente entrevistar a los testigos para obtener más pistas en cuanto a las últimas acciones de Tsukushi, antes de que ella fuera secuestrada, y finalmente, luego de un consenso de las declaraciones de los testigos, él había logrado obtener una descripción exacta del vehículo y su matrícula.
— Bien —dijo Shinichi animado, después de al menos unas tres cansadas horas de preguntar a testigos e inspeccionar el terreno de la Eitoku. — ¡Al menos hemos hecho un gran avance en lo que se refiera a coger a esos matones!"
— ¿De modo que ya sabe quiénes son ellos ahora? —peguntó Doumyouji esperanzado.
— ¡Claro que no! —sonrió abierta y alegremente Shinichi, con lo cual para ese momento, los F4 en un movimiento sincronizado, dejaron caer sus cabezas en el escritorio.
— Pero —él siguió seriamente. El conocer el número de la placa nos permitirá averiguan a nombre de quien esta registrado el coche y entonces podemos preguntarle al dueño.
El detective Shinichi Kudo se volvió a uno de los policías, y dijo — Inspector Megure. Podría por favor conseguirme a nombre de quien esta ésta matrícula —rápidamente Shinichi garabateó algunos números y letras en un papel — ¿Y traerme el nombre y el número de identificación del dueño?
El inspector Megure obedeció, y una vez que se marchó, Shinichi siguió
— Podemos recurrir al público para ver si hay algún testigo que haya visto ese coche un poco después de que secuestraran a la señorita Makino. Con esto, trazamos la ruta que haya tomado el coche, y con un poco de la suerte, podríamos terminar en las cercanías de donde ellos la llevaron.
— Ah, muy bien. Deberíamos recurrir al público —dijo Doumyouji, en el fondo se alivió, finalmente esto iba a algún sitio. Pero de alguna manera, sólo no le pareció correcto —Un momento ¿Dijo usted recurrir al público? ¿En el sentido que lo transmitamos por la televisión?"
— ¡Así es! —sonrió alegremente Shinichi.
— No va a hacer eso— rugió Doumyouji.
— ¿Y, puedo saber, por qué no debería? —dijo Shinichi, ahora mirándolo directamente, casi como si lo desafiara.
— Porque, sus secuestradores sabrían que fui a la policía, y entonces la lastimarían. Mataré a cualquiera que forme paste de eso y eso incluye a cualquier persona que instigue a los secuestradores a lastimarla.
— Quieres que ella este libre
— Si, lo quiero
— Entonces, por favor, confía en mi, he resuelto muchos casos como este, yo se como trabaja la mente criminal. Sin la ayuda del público no vas a llegan a ninguna parte —dijo Shinichi —Estas preocupado porque la lastimen, ¿no? Ellos no van a ser capaz de ponerle un dedo encima, además, ellos no van a matarla, no hasta que pagues su rescate.
— Hay lógica en ello —dijo Rui honestamente — Lo mejor es hacerlo.
— ¿No dijiste que no seguirías sus órdenes? —le recordó Mimasaka
Preocupado, Doumyouji miró fijamente de un amigo al otro, pero todos asintieron con la cabeza, impulsándole a hacer una petición pública. Finalmente, él suspiró y accedió.
— Vamos a hacerlo.
No era la primera vez que secuestraban a Tsukushi. El estar implicada con Doumyouji había terminado más o menos con su vida de estudiante normal. Ella nunca habría pensado que un día merecería el esfuerzo de ser secuestrada. Ya había sido secuestrada cuatro veces, y de una u otra forma Doumyouji había estado implicado, como la causa o la razón. El primer culpable había sido Doumyouji, forzándola a un makeover. El segundo había sido por Junpei, había sido usada como señuelo para tomar venganza de Doumyouji. La tercera vez, había sido forzada a ver a Doumyouji Kaede de modo que ella pudiera ser notificada sobre el compromiso pendiente entre Doumyouji y Shigeru. La cuarta vez fue por Shigeru porque ella tenía la extraña y pervertida idea, de forzar Tsukushi y a Doumyouji a que estuvieran juntos, todavía hoy, no podía entender por qué Shigeru se molestaría en hacerlo.
Pero todos esos secuestros eran relativamente inocuos, quizás, a excepción del de Junpei, en comparación con éste, el de Doumyouji y el de Shigeru eran más o menos una travesura infantil; Junpei era simplemente un ataque de venganza colegial. ¡Pero este, había algo que le decía que era en serio, este era lo mismo que le pasaba a la gente que aparecía en las noticias, no a ella!
Y, sin ella saberlo, aparecieron las noticias de su secuestro.
"En un desarrollo trágico al cuento de hadas que ha estado agarrando los corazones y las mentes de toda la nación, Makino Tsukushi, la novia del heredero de los millones Doumyouji, ha sido secuestrada de su escuela en horas tempranas de esta tarde," dijo la hermosa presentadora en las noticias. "La policía pide a cualquier testigo que pueda haber visto este coche con esta matrícula alrededor a las 1:00 PM de ayer ponerse en contacto con la policía al numero directo que se presenta en pantalla. Las noticias del rapto hicieron caer las acciones Doumyouji para el cierre de la bolsa…
La petición al pública había sido muy fructuosa y mereció cada riesgo que tomaron contra la seguridad de Tsukushi. Muchas llamadas fueron hechas a la línea directa de la policía y de cada declaración, Shinichi Kudo y su compañero, Hattori Heiji, eran capaces de hilvanar, en un mapa gigantesco, la ruta que el coche había tomado después que haber salido de Eitoku. Sin embargo, todo esto había llegado a un callejón sin salida...
— ... en un área por aquí —dijo Heiji, que también había sido asignado a este caso después de que la policía aumentó sus esfuerzos para rescatar a Tsukushi. Él marcó la zona donde Tsukushi tenía la mayor posibilidad de estar — Presumo que por el momento solo debemos esperar mas llamadas
Había sido muy decepcionante para Shinichi y Heiji cuando los resultados del análisis del bolso de Tsukushi volvieron y las únicas huellas digitales que estaban en el eran las de Tsukushi y Rui, porque él había sido el que había encontrado el bolso.
Sin embargo, a su decepción le respondió rápidamente otra pista de este rompecabezas, el Inspector Megure volvió con el nombre del dueño bajo el cual el coche estaba registrado.
— ¿Kaworu Nagisa? —dijo Shinichi, frunciendo el ceño.
— Sí. Pero lo gracioso es, después de que buscamos el registro de muertes y nacimientos, así como el registro de matrimonio, es que se supone que Kaworu Nagisa está muerto —dijo Megure — Murió hace un año."
— Entonces esto es un caso de usurpación de identidad —dijo Shinichi, sintiéndose muy excitado por la creciente complejidad de este caso.
Pero a pesar de esta nueva pista, otra vez, se toparon con una pared le ladrillos.
— Pienso que deberíamos darnos un respiro —dijo Heidi — Deben de estar agotados. ¿Les gustaría un café?
— Flat white, por favor —dijo Domyouji. Definitivamente necesitaba una estimulación
— Milk tea —dijo Rui.
— Definitivamente un Moca con hielo —dijo Mimasaka.
— Oolong Tea —dijo Nishikaido —sin pensar que no necesariamente el Oolong Tea era un café.
— Aquí solo tenemos café instantáneo. Esto no es Starbucks, ¿saben? —Dijo Heidi rotundamente. Cuando el iba a buscar el café el teléfono de Doumyouji volvió a sonar.
Doumyouji vio la pantalla. Era la llamada que estaba esperando, las instrucciones del rescate para que Tsukushi fuera liberada.
— Es Makino —dijo mirando a los detectives.
— No respondas aún —dijo Shinichi, y con una cabezada rápida a Megure, rápida y eficazmente conectó el celular de Doumyouji a un aparato de aspecto tecnológicamente muy avanzado que les permitía escuchar la llamada a escondidas. Rápidamente Shinichi y Heiji se pusieron los audífonos que estaban conectados al aparato de cual Doumyouji no tenia la mas remota idea de cómo se llamaba.
Con una cabezada concisa e instrucciones para hacer la conversación lo más larga posible de parte de Heiji, Doumyouji contestó su teléfono.
— ¿Hola? —él dijo con cautela.
— Hola, Sr. Doumyouji —contestó una voz siniestramente familiar. —— Gran trabajo lo de la televisión.
—¡TU! ¡No te atrevas a hacerle daño a Makino!
— Por no escuchar a mis instrucciones, sobre todo cuando explícitamente le dije que debía de aceptar todas mis condiciones para no comprometer su seguridad, pude haber desahogado mis frustraciones con ella. Un par de veces tal vez.
— Si la matas, te juro, que me aseguraré de que no vivirás aun así tengas nueve vidas
— Amenazas vacías, muchachote. Te puedo asegurar que todavía está viva. Sólo le di un par de palmada de modo que ella se acuerde de enseñar a su novio a escuchar las instrucciones correctamente. Ahora, en lo que se refiere a los detalles del pago. ¿Quieres liberarla, verdad? Debes depositar el dinero en mi cuenta extranjera, de la cual te enviare los detalles en un mensaje de texto corto después de esta llamada de modo que no tengas ninguna excusa sobre que tenías el número de cuenta incorrecto.
— Antes de que yo le pague —dijo Doumyouji — Me gustaría saber como va mantener el trato."
— Tienes mi palabra de que lo haré —dijo simplemente el hombre.
— No confío en ti
— No estas en posición de confiar o no en mí
— Primero te pagare el 80% de tus demandas — dijo Doumyouji y luego de que liberes a Makino te pagare el otro 20%
— Y por que razón debo creer que pagaras el otro 20%, tampoco confió en ti, no tienes ningún derecho de regatear conmigo, acepta mis condiciones o acepta el hecho de que no vas a volver a ver a la linda señorita Makino otra vez.
— Bien acepto, no te pagare hasta que compruebe que Makino aún está viva. Déjame hablar con ella —dijo Doumyouji rezando con fuerza el poder oír su voz y así comprobar que ellos no la eliminaron porque el se había puesto en contacto con la policía y haber recurrido al publico.
— Soy un hombre de palabra, aquí la tiene —dijo el hombre y un poco de ruido se escucho en el fondo. La siguiente voz al teléfono era, en efecto, la de Tsukushi, parecía un poco agotada, pero por lo menos, estaba viva.
— ¡Makino! ¿Estas bien ?
— Estoy bien —dijo ella sonando bastante cansada — Tengo un poco hambre, y estoy un poco asustada, pero estoy bien.
— ¡¿Te han hecho daño?!
— Un poco —dijo ella, riéndose con cinismo — Pero no es nada comparado a los que tus seguidores me hicieron en la escuela. Recuerdas quién era realmente el responsable de todo esto, ¿verdad? Era...
Otra vez, el teléfono fue cruelmente arrebatado de ella, y el secuestrador terminó su conversación
— Recuerda. El cien por ciento del pago, y luego te enviaré instrucciones en cuanto a su liberación
Con esto, colgó.
— Te atrape —sonrió abiertamente Shinichi, quitándose los audífonos que había estado usando para escuchar la conversación mientras iba trabajando en las coordenadas x - y de la señal del teléfono que eran enviadas desde la torre de recepción — Hemos logrado rastrear la llamada, y hemos enviado los datos a las compañías de telecomunicaciones. Ella debería estar… —él sacó un alfiler, y pegándolo en un punto muy específico en el mapa —….aquí mismo.
— Eso es fantástico —dijo Doumyouji rotundamente — Pero si mal no recuerdo esto es un bloque de pisos residencial de mas de 34 pisos. Sabes que ella está en ese edificio, pero son treinta y cuatro niveles donde hay que buscar.
— Consígame una copia del plano del edificio, y una lista de sus inquilinos —dijo Shinichi. Un oficial volvió con ellos. Con el plano, él indicó los detalles específicos y dijo — Las coordenadas x - y que conseguimos deberían eliminar la mitad Este del edificio. Esto significa que ella sólo debería estar en pisos G a N de cualquier nivel. Esto reduce a la mitad los pisos en los que no tenemos que buscar
— Y ahora, la lista de inquilinos —dijo Shinichi — Échame una mano, Heiji. Ve si reconoces algún nombre.
Ellos analizaron los nombres y los detalles del cada inquilino que vivía en el piso G a N de cada nivel cuando ellos lo encontraron.
— ¡Hah! —gritó Heiji triunfalmente —No puedo creer que algunas personas puedan ser tan estúpidas — Kaworu Nagisa vive en el piso H en el nivel veintisiete. ¡Que gracioso, no puedo creer que él usara el nombre de un hombre difunto dos veces!
— Ahora pasamos a la acción —dijo Shinichi. —Póngase en contacto con el departamento de contraterrorismo. Dígales que se preparen. Vamos a sacarla por la fuerza.

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