miércoles, 24 de junio de 2009

Family Fanning - cap 09 - Hana Yori Dango

Quizás hemos ido demasiado lejos —dijo Rui, un poco preocupado.
— Makino parecía muy enojada —dijo Mimasaka.
— Pienso que deberías pedirle perdón por hacer tanto alboroto por el artículo —añadió Nishikaido — Lo agitaste frente a todo el mundo en la clase, jactándote de él, y hallándolo divertidísimo cuando ella pensó todo lo contrario.
— ¿Por qué debería ella de estar enojada? — exclamó Doumyouji — Cualquier otra chica estaría feliz de estar asociada conmigo en una publicación tan extendida. Ella volverá corriendo en cualquier momento.
Mimasaka rodó los ojos por la forma en que Doumyouji interpretaba el asunto.
— ¿Realmente piensas eso? —rió Rui — Ella no es como las otras chicas
— ¿Cuántas veces ha huido ella de ti y ha vuelto en tus brazos? —resopló Nishikaido — Cero. Ninguna
— Más bien tú fuiste detrás de ella —dijo Mimasaka.
— Como sea. Ella volverá a mí.
Pero Doumyouji no sabía cuan equivocado estaba. Tsukushi no había vuelto corriendo, y él estaba muy preocupado por ella. Debido a la insistencia de Rui de que él debería buscar a Tsukushi y pedirle perdón, al fin aceptó.
— Está bien, está bien, la iré a buscar. Pero solo por esta vez
— Como sea —dijo Rui — Tú siempre la buscas. La sigues como un niño gordo sigue a un pastel.
Así que el F4 anduvo por toda la escuela, ojeando cada aula para ver si Tsukushi se había escondido ahí. Doumyouji había memorizado su horario, pero eso no había servido; ella no estaba en clase. No estaba ni en el gimnasio, ni en la biblioteca, ni siquiera en la escalera de emergencia.
Esto empezaba a preocupar a Doumyouji, quién arbitrariamente comenzó a abordar a los estudiantes sobre el paradero de Tsukushi.
— ¡No, Doumyouji-san, no la he visto! —lloriqueó un estudiante de dolor cuando Doumyouji lo golpeó.
— ¡Detente, Tsukasa! ¡Golpearlos no hará que Tsukushi regrese! —dijo Mimasaka, interviniendo y salvando al pobre chico — ¿Por qué no tratas de llamarla?
Doumyouji sacó su teléfono y marcó. Pero ella no contestó. Él marcó repetidas veces, pero de todos modos, ella no contestó la llamada. Era muy extraño, aunque se hubiese ido furiosa, usualmente ella no ignoraría así a las personas.
— No contesta —dijo Doumyouji terminantemente
— Debe de estar muy molesta para ignorarte así —dijo Nishikaido tranquilamente — Obviamente ella...
Doumyouji le lanzó una furiosa mirada que instantáneamente hizo a callar a Nishikaido. Estaba al borde del asesinato. Doumyouji se fue molesto y parecía como si fuera a volverse loco y empezaría a golpear estudiantes cuando Rui intervino y le sugirió:
— ¿Por qué no le preguntamos a Sakurako o Kazuya? Ellos deben de tener alguna pista...
Para su desgracia, ni Sakurako, ni Kazuya habían visto a Tsukushi desde la mañana.
— ¿No estaba con ustedes? —dijo Kazuya, sonando un poco herido porque su amada Tsukushi eligiera el dinero por sobre él.
— Estaba, pero ya no —dijo Rui — Estaba furiosa porque nos burlamos por el artículo. Quizás fuimos demasiado lejos con nuestra broma.
— Conociendo a Tsukushi si no aparece en unas horas, puede que se haya fugado otra vez —dijo Sakurako sarcásticamente. Mimasaka le lanzó una mirada de advertencia para que no fuera más lejos, ahora los ojos de Doumyouji estaban en blanco y sin vida, mientras un aura depresiva bailaba sobre ellos.
— Vaya, gracias por tu ayuda —dijo Nishikaido, haciendo rodar sus ojos. —— Como si el que sepamos que ella realmente se haya fugado nos fuera a ayudar a encontrarla.
— Cuándo Tsukushi se escapa, siempre corre a donde alguien que ella conoce, ¿verdad? —dijo Sakurako — ¿Por qué no intentan con aquellos que son los más obvios?
— ¿Cómo quien? —dijo Nishikaido — Pistas, hombre, pistas.
— ¿Yuki-chan? ¿Su madre y padre? Ya sabes, ella se ha ido con ellos antes.
Nishikaido llamó a Yuki, y Rui llamó a los padres de Tsukushi. Ninguno de ellos había tenido noticias de ella, e igualmente estuvieron sorprendidos por su repentina desaparición. Yuki se ofreció llamar a los amigos de la secundaria de Tsukushi para ver si algunos de ellos habían tenido noticias de ella.
— No, Yuki no la ha visto —les informó Nishikaido.
— Ni sus padres —añadió Rui.
— Plebeyos inútiles —murmuró Doumyouji siniestramente. Ellos no sabían si se refería a Tsukushi, a Yuki , a sus padres o a los demás.
— Quizás Shigeru la secuestró otra vez —sugirió Mimasaka.
Sakurako llamó a Shigeru y le preguntó si ella había secuestrado Tsukushi otra vez. Shigeru, sin embargo, lo negó vehementemente, y a petición de Doumyouji, ella fue en busca de Kin-san. Ella les informó que Kin-San estaba muy sorprendido de que no pudieran ponerse en contacto con Tsukushi, y se había ofrecido a ayudar en lo que fuese necesario, ayuda que, Doumyouji siendo un hombre tan orgulloso, había rechazado.
— También puede que se haya quedado con alguien más —dijo Sakurako —— Antes se quedó con ese que se parece a Doumyouji,¿no? pudo haber buscado su ayuda otra vez.
Doumyouji se tragó su orgullo y llamó a Kunisawa Amon (después de que obtuvo su número de la guía telefónica). Amon simplemente les dijo que ella no estaba con él; después de todo, ella ya no era su novia, ¿no?
— Tsukushi no es el tipo de chica que se va con cualquier tipo — les había dicho Amon, y Doumyouji vio la verdad en sus palabras.
— Tal vez simplemente ella está en casa —dijo Rui — Y dejó su teléfono en un lugar donde no puede oírlo.
Doumyouji llamó a Tama, pero nuevamente se encontraron en un callejón sin salida. Tama no la había visto todo el día, y tampoco los demás sirvientes.
Ahora sí que estaban realmente preocupados. Tsukushi no contestaba su teléfono; tampoco se escondía con alguien que conociera. ¿Podría ser que realmente estaba tan enojada con ellos? O tal vez...
— Tal vez la secuestraron — susurró Rui. Él acababa de expresar con palabras su peor miedo.
— ¿Pero, por quién? —preguntó Nishikaido — Shigeru lo niega. ¿Podría ser...?
— Él. ¿Es aquel chico modelo otra vez, no es así? —gruñó Doumyouji, levantándose — Voy a matarlo
— ¡Espera! ¡Tsukasa! ¡No tienes ninguna prueba! —exclamó Mimasaka, tratando de retenerle.
Pero fue imposible; Doumyouji lo empujó quitándolo de su camino. Los F3 intentaron con toda sus fuerzas retenerlo, pero fue en vano; Doumyouji obtuvo el paradero de Oribe Junpei golpeando a un pobre chico insensato. Ellos encontraron a Junpei que pasaba precisamente por un pasillo fuera del aula de música.
— ¡TU! —gritó Doumyouji, caminando rápidamente a grandes zancadas cortando el camino de Junpei — ¿Otra vez estas con tus patéticos trucos , no es así?
— ¿De qué estás hablando? —dijo Junpei suavemente, para nada perplejo por el hecho de que Doumyouji de repente le haya buscado — Haz algo con sentido por una vez en tu vida, ¿podrías?
— Sabes de qué estoy hablando —susurró Doumyouji peligrosamente, agarrando el cuello de Junpei y estampándole de golpe contra la pared del pasillo — ¿La secuestraste otra vez, verdad?
Una muchedumbre ya se había congregado para mirar la pelea entre dos de los chicos favoritos de las chicas de Eitoku, el líder del F4 contra el modelo de moda. Nishikaido, Mimasaka, y Rui estaban indecisos entre detener otra golpiza absurda o dejar que Doumyouji pueda vénganse por la última vez cuando Junpei había traicionado la confianza de Tsukushi y le había dado una paliza a Doumyouji.
— ¿Por qué, acaso se te ha metido en la cabeza que ella huyó de ti? Sólo porque ella no esté contigo no quiere decir que alguien la haya secuestrado —sonrió abiertamente Junpei de modo amenazador.
Los ojos de Doumyouji se ensancharon, pero entonces se entrecerraron de cólera cuando estampó de golpe su puño contra la cara de Junpei. Junpei miró fijamente y con tranquilidad a Doumyouji mientras se limpiaba la sangre de su nariz con el dorso de su mano. Algunas chicas habían gritado y habían cubierto sus caras por aquel panorama.
— ¿Realmente piensas que ella amaría a alguien que la intimidó e hizo su vida en la escuela tan miserable? —continuó Junpei, añadiéndole más leña al fuego. Él se reía ahora, a pesar de que la sangre goteaba hasta llegar a su camisa — ¿Quién tendría que secuestrarla de ti cuándo ella huye por si misma? No estoy para nada sorprendido de que ella haya desaparecido.
— Te lo estas ganando —susurró Doumyouji, estampando de golpe la cabeza de Junpei contra la pared repetidamente hasta que este cayó de dolor.
— ¡No escuches sus insultos! ¡No son ciertos! —dijo Nishikaido.
— ¿Quién fue el que le puso la tarjeta roja? ¿Quién fue el que le hizo todas esas heridas físicas y emocionales? ¿Y quién es el que ahora le hace si vida un infierno contando estúpidas historias sobre ella en las revistas? ¿Quién es el que arruinó su futuro haciéndola una madre adolescente? ¡Tú y ella, amores de infancia! No me haga reír...
— Chico —advirtió a Nishikaido —Si sabes lo que te conviene, es mejor que te calles.
— ¿No les gusta cuándo alguien dice la verdad? —dijo Junpei — ¿Ustedes malditos F4 son realmente los dictadores de Eitoku... supresión de la verdad, eh?
— Sólo dinos si fuiste lo bastante estúpido como para secuestrarla otra vez —dijo bruscamente Mimasaka. Cada vez estaba más y más impaciente por el juego mental de Junpei.
— ¿Por qué debería? —sonrió Junpei con serenidad — Si fueran lo bastante listos, ya lo habrían entendido después de todo lo que dije.
— Él dijo que no la secuestró —dijo Rui.
— ¿Como dije, quién lo necesita cuándo ella huye de ustedes, aquellos que causaron su dolor? —rió disimuladamente Junpei — Yo nunca le haría daño a Tsukushi por segunda vez, ella no merece toda la mierda que gente como ustedes hacen.
— ¡No hables como si fueras es el ángel guardián de Makino!—gritó Doumyouji — ¿Quién fue el que la usó, el que pretendió ser su amigo sólo para darme una paliza? No actúes como si nunca le hubieses hecho daño —— Éste —dijo él, estampando su puño en la cara de Junpei — Es por todo el daño que le causaste a Makino. Y éste —siguió él, golpeando su cara otra vez — Es por la paliza diste a mi ¡Y este! —añadió él, estampando repetidamente su cabeza contra la pared — ¡Es por pretender ser el depresor de Tsukushi!
— ¿Quieres decir defensor, verdad? —añadió Mimasaka cansinamente.
Los ojos de Junpei se cerraron mientras se deslizaba hacia abajo por la pared. Su camisa estaba cubierta de sangre, y su cara estaba magullada. Su cuerpo estaba en el suelo cuando Doumyouji lo agarró otra vez.
— Ya déjalo —suspiró Mimasaka —No gastes más tiempo y energía con estupideces como esta, él te está provocando deliberadamente.
Se llevo a un furioso Doumyouji lejos de Junpei, y el F4 comenzó a marcharse. Pero antes de irse, Rui se giró hacia Junpei y con voz fría le dijo: — Tu mismo te lo buscaste, nunca debiste haberlo provocado de esa forma cuando el ya estaba tan furioso.
— Ustedes piensan que pueden darle una paliza a alguien siempre que quieran —se rió Junpei sarcásticamente no dispuesto a rendirse.
— Deberías estar agradecido de que no te haya puesto la tarjeta roja —advirtió Rui —Aún.
El F4 regresó a su mesa habitual en la cafetería, aunque todos parecían más temerosos de ellos que lo usual. La noticia de la paliza a Junpei se debió de haber extendido por toda la escuela; o tal vez era simplemente la sangre en las manos de Doumyouji lo que los asustaba.
— De modo, que no era el maldito modelo —dijo Nishikaido — ¿Quién más podría ser?
— Madre —susurró Doumyouji en voz ronca — ¡Apuesto que fue la vieja bruja otra vez, esta es una de sus tretas habituales!
Él se levantó nuevamente y salió furioso por las puestas de la escuela.
— ¡Tsukasa! ¡Tsukasa! —gritó Mimasaka, mientras Nishikaido y Rui le perseguían tratando de alcanzar a Doumyouji — ¿A dónde vas?
— Voy sacarle a Nishida la verdad a golpes —dijo Doumyouji.
— ¡Espera! ¡No puedes! ¡Él no va a decirte nada! —dijo Nishikaido.
Rui los seguía silenciosamente cuando él notó algo que estaba tirado en el suelo.
— ¿No es este... el bolso de Tsukushi? —él dijo, y caminando lo recogió — Oye, Tsukasa, espera...
Doumyouji, Mimasaka y Nishikaido pararon su discusión y giraron. El bolso de Tsukushi estaba en las manos de Rui.
— ¿Qué... no es ese el bolso de Makino? —preguntó Doumyouji.
— ¿Qué hace dejándolo así en el suelo? –dijo Nishikaido.
— Sabes, es muy extraño de ella dejar su única posesión tirada aquí — dijo Rui — Hay algo muy raro en todo esto. Dudo mucho que Tsukushi solo dejara tirado su bolso.
— Apuesto a que esa vieja bruja la secuestró —insistió Doumyouji — Es gracioso que esto pase inmediatamente después de que el artículo haya sido publicado. Voy a golpear a Nishida.
— ¡No! ¡Este es un asunto de la policía! —gritó Mimasaka, reteniéndole antes de que golpeara a más personas — ¡Además, no tienes ninguna prueba!
— Vamos a preguntar por los alrededores para ver si hay algún testigo ocular que puede arrojar alguna pista sobre el misterio en cuanto a por qué Tsukushi dejaría su bolso tirado aquí —dijo Rui con sensatez.
Después de un rato de preguntar a un cada estudiante que pasaba por las puertas de la escuela, ellos tenían ya algunas piezas del rompecabezas. En efecto Tsukushi había sido drogada y arrastrada a un coche muy similar al coche Doumyouji. Cuando les preguntaron por qué nadie hizo nada para ayudarla, o por qué este incidente no se había extendido por la escuela como fuego incontrolable, o por qué nadie había llamado la policía, por unanimidad todos les dieron esta respuesta: Todos habían pensado que era Doumyouji-san quien había secuestrado a su propia novia.
— Le hemos visto hacerlo anteriormente —dijo un estudiante — Asumimos que era usted otra vez, así que pensamos que era completamente normal. Por eso no le ayudamos o llamamos la policía.
— Porque, si interfiramos —añadió otro estudiante — Habríamos sido... um... golpeados por usted...
El pasado se refleja en el futuro. Doumyouji quería patearse por hacer tales estupideces en el pasado. Hubiese deseado no haberla forzado a ir a su casa para hacerle un makeover.
— Es completamente normal ver que secuestran a Makino —añadió otro estudiante. Doumyouji no necesitaba que se lo recordaran así que avanzó para ir a golpear a ese chico.
— ¿Viste quién la secuestró? —dijo Rui, interviniendo.
— No —jadeó el pobre chico, protegiéndose con sus brazos. Ninguno de los demás lo hizo. Todos habían visto que era unos hombres, vestidos con unos trajes negros, que se parecían muchísimo a los espías de familia Doumyouji, saltaron del coche y la agarraron, por eso ellos asumieron que había sido Doumyouji el que estaba detrás de todo esto.
— Tenemos que decírselo a la policía —dijo Mimasaka — No puedes manejarlo por ti mismo... no sabes quién lo hizo.
— ¡Madre lo hizo! —insistió Doumyouji.
— No tienes ninguna prueba —dijo Nishikaido — Mira, ¿Por qué mejor no reportamos su desaparición? Aunque aún no hayan pasado veinticuatro horas, pienso que el bolso puede ser suficiente prueba. La policía tiene una red extensa, y con ellos de nuestro lado, será mucho más fácil encontrarla.
Esto finalmente convenció a Doumyouji de buscar la ayuda de la policía, y más tarde, estaban sentados en unos incómodos bancos de madera esperando a que los atendieran. Los llamaron de una vez, pero cuando Doumyouji estaba a punto de hacer su declaración y mostrarles el bolso de Tsukushi, su teléfono sonó. Él lo sacó emocionado y para su inmenso placer el que llamaba era Makino Tsukushi.
— ¿Makino? —susurró Doumyouji mitad contento y mitad molesto — ¿Dónde rayos estas? Estaba tan preocupado, yo...
— Doumyouji Tsukasa —contestó una voz masculina. Ese definitivamente no era Tsukushi — Tenemos a su novia y a su hijo. Tiene cuarenta y ocho horas para cumplir con nuestras exigencias, o los mataremos.

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