miércoles, 24 de junio de 2009

Family Fanning - cap 12 - Hana Yori Dango

Debido a que estaba muy involucrada con Doumyouji, en el hospital le habían dado un una habitación privada para evitar cualquier intervención de los medios o de cualquier otro paciente. Cuando al fin pudo tener algún descanso de todo el ajetreo de los pasados días, sus amigos entraron como estampida en la habitación.
— !Tsukushi! —gritó Yuki que parecía que estaba a punto de echarse a llorar. Ella estaba haciendo un gran esfuerzo para mantener sus emociones — ¡Estas bien! ¡Estaba tan preocupada!
Ella dejó caer las flores que sostenía y corrió hacia Tsukushi, tirándosele encima, comenzando a sollozar. Tsukushi se sintió muy culpable por haber hecho que Yuki se preocupara tanto por ella, por todas partes esa pequeña y estúpida mentira había causado tal catástrofe.
— ¡No llores Yuki! ¡Estoy bien! —dijo Tsukushi acariciando el pelo de Yuki
Yuki forzó una sonrisa y se limpió las lágrimas la manga.
— Estoy feliz que estés bien... ¿y tu bebé?
Un silencio se cernió en la habitación cuando Tsukushi miró alrededor buscando una respuesta. Shigeru, Sakurako y Kazuya la miraban con expectación cuando los F4 rápidamente apartaron sus miradas los unos de los otros. Tsukushi los miró con la esperanza de que ellos cambiarían el tema de conversación, pero el F4 fingió no haberla visto u oído.
— Um... el bebé esta... saltando felizmente en mi barriga —dijo Tsukushi sin convicción.
— ¡No que tengas mucha barriga por ahí! —sonrió abierta y felizmente Shigeru, dándole una palmada en la espalda a Tsukushi.
— Bien, uhmm, realmente pasé un poco de hambre a lo largo de los días anteriores... —murmuró Tsukushi. Ella rezó para que algo surgiera como distracción antes de que alguien se diera cuenta de de la verdad detrás de las palabras de Shigeru, y sus rezos fueron escuchados en la forma de sus padres que hicieron una inusitada aparición en momentos de conflicto.
— ... la enfermera dijo que era la habitación 4! —dijo Mama en una embarazosa y chillona voz afuera de la puerta — ¡Susumu! ¿Podrías dejar de mirar a las pacientes jóvenes?
— Como sea —murmuró Susumu malhumoradamente —Realmente no tengo oportunidad de ver a mujeres maravillosamente formadas, quiero decir, sólo miro a Nee-chan, ella es tan plana, como una pieza de cartón.
— Ah, ciertamente espero que el Maestro Doumyouji esté aquí, cuidando de nuestra querida Tsukushi. ¿No sería tierno verle alimentándola suavemente con la cuchara, limpiando los bocados de sus labios en una manera delicada? —suspiró Mama románticamente, cortando el triste monólogo de Susumu — No se te ocurra decirle que esa es la razón por la que traje sopa, aunque la verdad es que no es necesario dársela, por la comida del hospital, pero hay que dejar que Doumyouji le dé de comer tiernamente. Soy cupido, el mensajero del amor y se como provocar situaciones a favor de un sentimiento suave y calido.
— Mama, eso es tan estúpido —dijo Susumu.
La puerta se abrió, revelando a Mamá, Papá y Susumu. Ellos parecieron inconscientes de la muchedumbre alrededor de la cama de Tsukushi y hasta de Tsukushi misma, y habían seguido su discusión. Tsukushi se sonrojó. Ella estaba segura que la madre de Soujiro, la de Akira, y hasta la madre de Doumyouji jamás serían tan descaradamente embarazosas.
— Hola Mamá, hola Papa, hola Susumu —dijo Tsukushi rotundamente, lamentando que sus oraciones fueran contestados de esa forma.
— ¡Ah, Tsukushi! ¡Te vimos por la TV y estábamos tan preocupados! — gritó Papá, notando al fin que, en efecto, estaban en el cuarto de Tsukushi. Parecían sorprendidos de ver a tantas personas alrededor de la cama de Tsukushi
Estoy segura de que así era —dijo Tsukushi, rodando los ojos. Ella esperó que ellos se marcharan pronto antes de que fueran a decir más cosas embarazosas. Pero antes de que pudieran hacerlo así, rápidamente Doumyouji tomó la oportunidad de saludar e inflar los egos de sus «futuros parientes», deteniendo así su salida.
— Hola, padre, hola, madre —dijo Doumyouji con voz muy cortés. ¡Ah! ¡Y a mi querido hermano también!
— ¡Hola hermano Doumyouji! —Susumu parecía contento de estar relacionado con Doumyouji. Estaba positivamente radiante
— ¿Cómo has estado?, mi querido hermano Su... Su... ¿Sumomo? —dijo Doumyouji, que, francamente, había olvidado el nombre de Susumu. La sonrisa radiante de Susumu vaciló.
— ¡No les llame así! —gritó Tsukushi, horrorizada — ¡No eres mi marido, y no tienes ningún derecho de estar en términos tan íntimos con ellos.
— ¡Sí los tiene, porque lo será pronto! — gritó Mama, cerrando rápidamente de golpe la boca de Tsukushi con el termo de la sopa — ¡Perdone sus modales, a menudo ella es muy descortés delante de tan importantes invitados.
— ¿Qué invitados importantes? —dijo el Papá dubitativo, aún no había cachado completamente la intención de Mama. Mama movió sus cejas resueltamente hacia Nishikaido, Mimasaka y Shigeru. Los ojos de Mamá y Papá se encendieron al instante.
— ¿Será ese el hijo de Mimasaka Trading Company?, ¿El heredero de la decimosexta generación del arte de la ceremonia de té, Nishikaido?, y ¿la señorita joven del grupo Ookawahara? —susurró Mamá fervientemente a Papá.
— Eso creo —susurró el Papá — Nuestra encantadora hija si que sabe elegir a sus amigos, ¿verdad?
Tsukushi casi podía ver los signos de dólar aparecer en sus ojos y el sonido del ka-ching, ka-ching haciendo erupción de sus oídos. Si la poligamia fuera legal, Mama se habría asegurado que Tsukushi se casara no sólo con Doumyouji, sino con Hanazawa Rui, Akira, Soujiro y Shigeru.
Con un presentimiento de que su presencia allí dificultaría el noviazgo de Tsukushi y causaría su rompimiento, Mamá tomó una decisión por la cual Tsukushi estaba muy agradecida.
— ¿Ah, no es ya muy tarde Papá? —dijo Mamá intencionadamente
— ¿Qué? No, solo es la una de la tarde —dijo Papá, mirando su reloj — ¡Las carreras de caballos, quiero decir, las telenovelas no comienzan hasta dos!
— Sí, es tarde —dijo Mamá acaloradamente — ¡Tengo la sopa en la estufa, no puedo dejar que se queme! Vamos, Susumu.
— Pero aún no he hablado adecuadamente con el hermano Doumyouji —se quejó Susumu —Y no tienes la sopa en la estufa, todo que teníamos en la estufa era un pote vacío...
— ¡DIJE, VAMOS! —gritó Mamá, haciendo que Tsukushi se encogiera y cubriera sus oídos por el ruido y la vergüenza. Su cara rápidamente cambió a una de completa dulzura cuando ella se giró hacia Doumyouji — Ah maestro Doumyouji, traje una sopa para reanimar a Tsukushi. Es buena para su salud, pero estoy segura que sus manos le duelen tanto por el tiempo que pasó como rehén, así que pienso que sería mejor si usted la alimentara.
Ella le dio una cuchara y el termo de la sopa y lo miró con expectación.
— Pero Mamá, mis manos están bien —insistió Tsukushi — No es como si al haber estado secuestrada me hubiese lastimado las manos un...
— ¡DIJE, QUE LAS TENES LASTIMADAS! —gritó Mamá.
— Lo haré, Madre –dijo Doumyouji tan dulcemente que Tsukushi sintió dolor de muelas. Mama pareció muy contenta por ello
Finalmente Mamá, Papá y Susumu se excusaron, diciendo adiós a sus amigos, pero sobre todo al F4 y a Shigeru. Otra vez, Tsukushi fue dejada a solas con sus amigos en el silencio que dejó su salida. Sus amigos simplemente habían sido dejados sin palabras.
— Muy, uhm, interesante tu familia Makino —dijo Akira, parpadeando.
— No te esfuerces —suspiró Tsukushi.
La enfermera llegó e insistió en que todos los invitados salieran para hacerle un chequeo a Tsukushi. Al principio, Tsukushi estaba encantado porque estaba bastante cansada y dormir un rato, pero entonces ella se dio cuenta de lo que esto implicaba.
— ¿CHEQUEO? —gritó Tsukushi, como si ella no hubiese esperado que tuvieran que hacerle un chequeo mientras estuviera en un hospital.
— Sí, querida —dijo la enfermera con paciencia, garabateando en su libreta — El doctor quiere asegurarse que usted este bien y que no perdió al bebe.
— ¡No! ¡No quiero un chequeo! —gritó Tsukushi — ¡Estoy muy segura que no perdí nada!
— ¿Por qué no? Sólo tomamos algunas medidas y algunos exámenes de sangre. También analizaremos su orina para ver si tiene algún problema de salud y asegurarse que su bebé esté bien. Entonces hacemos una evaluación psicológica para asegurarnos que no sufrió ningún trauma mental. Si usted desea, también podemos hacer un ultrasonido. Pero esto, por supuesto, dependerá de los resultados de su evaluación.
— Yo... no quiero un... —dijo Tsukushi sin convicción — ¡Quiero decir, estoy mentalmente bien y todo, poseo la resistencia a los trucos mentales de un Jedi!
— Tsukushi, aun si estas bien, es por el bien del bebé —dijo Yuki gentilmente. — ¡No querrás perder algo que es tan precioso para ti y Doumyouji!
— Pero... le tengo miedo a las agujas —dijo Tsukushi, esperando que esta excusa fuera valida.
— ¡Pero antes, cuando íbamos a la escuela juntas, no les tenias miedo! —dijo Yuki —¡Tu siempre te ofrecías ser la primera para animarnos a todos nosotros!
Tsukushi tenia la esperanza de que Yuki captara la idea, pero siendo su mejor amiga, era muy difícil para ella olvidar todas las peculiaridades de Tsukushi.
Por suerte, Doumyouji habló y la relevó de la carga de tener que inventar excusas en cuanto a por qué ella no quería un chequeo.
— Ella no se hará ningún chequeo —le dijo bruscamente Doumyouji a la enfermera —¡También es MI bebé y si digo que no, es que no! ¡Dígale al doctor o a quienquiera que fuera que lo haya ordenado que no habrá ningún chequeo, si no quiere ser demandado hasta el fin del mundo!
Tsukushi palmeó su frente. Ella esperaba que Doumyouji se negara, por lo menos, con algo mejor que una amenaza hueca. Esa era, como mucho, la excusa más coja que habían dado hasta ahora. La enfermera se marchó para quejarse al doctor de cuan difícil era la paciente.
— No quiero que un desconocido toque a mi Makino —declaró Doumyouji a nadie en particular, pero a beneficio de Sakurako, Shigeru, Yuki y Kazuya quién no había encontrado, hasta ahora, ninguna de las anteriores excusas completamente válida — Especialmente si es un Hombre.
— Lamento ser un desconocido —dijo bruscamente alguien — Especialmente ya que soy hombre.
Era el doctor que la enfermera había ido a llamar y que había regresado con ella una vez que ella se había quejado sobre que la paciente y su novio no estaban en la mejor disposición. Era, de todos los doctores el mejor que podría haber estado a cargo de ella en el hospital, el doctor Shouichiro Nishikaido. Su atractivo aunque cansado rostro no paso desapercibido a los ojos de Sakurako y sin perder el tiempo en revisarlo, se deleito con ese bombón de hombre mayor.
— ¡Hermano! — gritó Soujiro, viéndose sorprendido. Sakurako jadeó por su parentesco. Absolutamente perfecto. Si ella no puede tener al F4, entonces también puede arreglárselas con el hermano de un miembro de F4.
— ¡Doctor Nishikaido! —gritó Tsukushi, horrorizada —¡¿Qué está haciendo aquí?!
— Tal vez, sólo tal vez, esto sea un hospital, y ¿pueden que hayan doctores que trabajen aquí? —él dijo sarcásticamente. Parecía que aun estaba ofendido por haber sido llamado «desconocido» por Doumyouji. Sakurako suspiró tristemente por su ingenio — ¿Y la vez eso signifique que soy un doctor?
— ¿Pero no trabaja en una clínica? —dijo Akira, asombrado
— Solo medio tiempo, comparto el consultorio con otra doctora. Trabajo ahí por tres días y ella lo hace los otros dos. Mis otros dos días los paso trabajando aquí en el hospital —dijo Shouichiro — ¿Saben? Cuando dijeron Paciente de trauma, nunca espere que entre todo el mundo fueran ustedes.
— El drama de Tsukushi ha salido en todas las noticias —dijo Soujiro, sorprendido — ¿Cómo es que no lo esperabas?
— Realmente no tengo el tiempo para ver las noticias... —suspiró Shouichiro — Si hubiese sabido que eran ustedes, chicos, le hubiese dicho a mis superiores que me asignaran otro paciente.
Tsukushi no pudo evitar sonrojarse, ya que esto le hizo recordar lo embarazoso de su último encuentro.
— ¿Por qué querría usted que le asignaran otro paciente? —dijo Sakurako dulcemente, avanzando poco a poco acercándose más a Shouichiro quien al parecer no era para nada conciente de sus avances. Ella batía sus pestañas tan furiosamente que Tsukushi estaba sorprendida de que sus párpados no se magullaran — ¿Qué podría haber hecho Tsukushi para hacerle querer tener otro paciente? ¡No hay nadie mejor que ella!
— Eso es un asunto entre el paciente y yo, y elijo no divulgar dicha información porque viola la política de intimidad del paciente —dijo Shouichiro secamente, sin sonreír e impávido a pesar de los guiños coquetos que Sakurako le lanzaba — Y, hablando de la intimidad del paciente, puedo pedirles que se retiren mientras le hago chequeo a la señorita Makino?
Sakurako, Shigeru, Kazuya y Yuki caminaron hacia la puerta cuando Sakurako notó algo extraño.
— ¿Por qué ellos no tienen que irse? Esto no es justo —dijo Sakurako poniendo una linda mirada a beneficio de Shouichiro señalando al F3, quienes habían permanecido inmóviles al lado de la cama de Tsukushi — ¿Por qué no puedo quedarme también? Yo amaría por completo aprender el fino arte de hacer un chequeo. ¿Tal vez usted pueda hacerme una revisión mas tarde?.
— Puedo entender por qué Doumyouji puede quedarse, ¿pero por que los otros tres también? —dijo Shigeru.
— Porque él es como mi hermano, y quiero estar con el —simplemente dijo Soujiro.
— Porque él es mi amigo de la infancia, y también quiero estar con el —dijo Rui.
— Porque... —comenzó Akira. — ¡... la punta de mi meñique izquierdo me ha estado doliendo últimamente, y oí que Shouichiro era el mayor patólogo en meñiques en el mundo, entonces quise consultar con él mientras está aquí porque sólo permito que los mejores médicos comprueben la punta de mi meñique izquierdo.
¡Maldición! ¡Rui tomó mi excusa! blasfemó Akira interiormente
— ¿Ven? — añadió Akira esperanzado, colocando su meñique para que todos pudieran verlo — ¡Está un poco rojo!
Sakurako frunció el ceño ligeramente por lo inverosímil de su excusa, pero Shigeru, con su imaginación bastante loca, lo aceptó con los brazos abiertos, como un hecho. Dijeron adiós, y una vez que los del F4 estaban seguros que se habían marchado, Doumyouji perdió el tiempo en tomarla en contra de Shouichiro
– ¡¿Qué tipo de doctor es usted, organizando chequeos para Makino?!
—Uno responsable —dijo Shouichiro sin inmutarse. Él se acomodo sus gafas que se habían resbalado debido al grito de Doumyouji.
— ¡¿Por qué hace eso si sabe que lo que estamos haciendo es una mentira?! ¡Con todas esas estúpidas pruebas suyas, la verdad de que ella no está embarazada por obligación seria expuesta!
— La verdad es que no sabía que mi paciente era Makino —dijo él, encogiéndose de hombros — Todo lo que me dijeron fue que era una muchacha de diecisiete años, embarazada, que había sufrido de desnutrición y con un posible trauma psicológico. ¡Todo eso encaja con Makino excepto la parte de que está embarazada!
— ¡Pero esto es porque usted sabía la verdad! ¡Los paramédicos no lo sabían! ¡Por eso ellos dijeron que estaba embarazada! ¡Y si usted sigue organizando chequeos para ella, nosotros seis no seremos los únicos que lo sabremos!
— Esos chequeos que pedí para ella son el procedimiento estándar en este hospital. Todos los hospitalizados son sujetados a ellos, excepto algunos con circunstancias excepcionales. Ahora, si no hubiese ordenado hacerlos se hubiese visto más sospechoso
— Bien, ya que los pidió, ¿no puede simplemente escribir algunas notas falsas? ¿algo cómo que su bebé esta bien? —dijo Akira dicho.
— Por supuesto que no, eso sería deshonesto y una vez que ellos analizan mis notas y encuentren discrepancias puedo ser sujetado a una investigación interna —dijo Shouichiro.
Tsukushi lamentó que él fuera tan convencional. Ahora entendía por qué Tsubaki había llamado nerd a Shouichiro; él era probablemente el tipo de niño que en la escuela nunca dejo que copiaran de su tarea.
— ¿Entonces, no puedes facilitarnos algunas muestras de sangre y de orina de tal forma que podamos falsificar las pruebas —dijo Soujiro.
— No, porque esto es el hospital y no la clínica. Si las muestras de algún paciente se pierden, seria un caos porque seria como divulgar los dados del paciente. Las muestras se mantienen bajo el control de varias personas y si alguna desaparece, ellos harían todo para encontrar el culpable. No quiero arriesgar y arruinar mi carrera robando muestras de algún paciente por una travesura como esta.
— Así que estamos fritos, aunque tengamos a un cómplice que fácilmente podría cambiar las circunstancias a nuestro favor —suspiró Doumyouji — Podría habernos ayudado
— No me llames tu cómplice, no tengo ningún deseo de participar en esto –dijo Shouichiro rápidamente — De todos modos, les he ayudado bastante. ¿Antes les di una muestra de orina, no? ¡Esa es una prueba que pasarás.
— ¡Ah sí! —dijo Tsukushi. ¡Mi muestra de orina!
— Sólo sácala y úsala. No propiedad del hospital, así que no será idéntica a ninguna muestra de otro paciente.
— Bueno, estaba en mi bolso; lo llevo en todas partes por si lo necesite —dijo Tsukushi.
— Ew —dijo de repente Rui, arrugando la nariz — Eso es asqueroso
— Ahora que pienso en ello, ¿dónde está mi bolso? Espero que no haberlo dejado en ese apartamento.
— De hecho, lo dejaste tirado en la escuela —dijo Soujiro
— Y luego Rui lo encontró —dijo Akira
— ¡Ah que bueno! ¿Entonces puedes regresarme mi bolso, Hanazawa Rui? —dijo Tsukushi aliviada.
— Y luego Rui se lo entrego a la policía para que lo analizaran cuando reportamos que habías desaparecido y le relatamos tu ausencia — siguió Doumyouji.
— ¡Ah, bien entonces... ¡¿QUÉ TU QUE?! Oh diablos... —suspiró Tsukushi. Toda esperanza se había perdido.
— Siempre podrían ir y recuperarla —rió Shouichiro con astucia disimulada. Parecía que disfrutaba el torturarlos.
— ¿Cómo? No me digas que quieres que irrumpamos en la comisaría y la recuperemos —dijo Soujiro rotundamente.
— Absolutamente correcto. ¡Bien hecho, hermano! —dijo Shouichiro, radiante. Estaba contento que su hermano todavía pudiera captar su seco ingenio.
— También podríamos robar una del hospital, es mucho más sencillo —dijo Rui.
— No, si la muestra faltante coincide con los resultado se la prueba, eso significaría el final de mi carrera —dijo bruscamente Shouichiro.
Soujiro, viéndose muy abatido, dijo:
— Pero robarle a la policía es pedir voluntariosamente unos antecedentes penales...
Shouichiro le hecho una mirada a la cara de su hermano y suspiró.
— Las cosas que hago por ustedes chicos...
Él sacó un juego de llaves de su abrigo, y se lo lanzó a Soujiro.
— ¿Qué es esto? —dijo Soujiro, agarrando las llaves y mirándolas con recelo.
— Las llaves a mi clínica —suspiró Shouichiro — Ve y consigue una nueva muestra Pero no lo hagas parecer como si hubiese sido tomada ¿ok? Ya he divulgado bastante información del paciente. ¡Por favor, hazlo parecer como un robo!
— ¡Gracias hermano! —gritó Soujiro, arrojándose sobre Shouichiro.
— ¡Gah! —balbuceó Shouichiro. Prométeme que después de esto, serás un paciente más dócil, ¿está bien? Y, Akira, para tu información, no soy un «patólogo en meñiques». No hay tal cosa. Hay doctores que se especializan en manos, pero yo no soy uno de ellos, ¿estamos?
Tsukushi se rió de esta pequeña escena. Supongo que después de todo su punto débil es su hermano pensó a Tsukushi.
— Bueno... ehmmm... uh —dijo Soujiro, quitándose de encima de Shouichiro — ¿Quién lo hará? ¿Quién se va a meter a la clínica? —
— Obviamente Rui —dijo Akira, cruzando sus brazos y asintiendo con la cabeza, con su entrecejo arrugada y una expresión seria — Si él no le hubiese dado el bolso de Makino a la policía, no habríamos tenido que pasar por todo este problema. O tal vez Tsukasa, porque es su plan y sobre su futuro.
Al oír esto, Doumyouji tronó sus nudillos de forma amenazadora. Y Rui simplemente parpadeó, perplejo.
— Pienso que solo deberíamos seducir a una enfermera y conseguir que ella nos traiga una muestra, así sería mucho más fácil —suspiró Akira — ¡Pero no, tu hermano estaba en contra de que se utilice ningún material del hospital para falsificar las pruebas de Makino, aun si debiéramos obtenerlo nosotros mismos! ¡Es tan santurrón!
En un conjunto de circunstancias inoportunas, Akira y Soujiro terminaron por ser los que tendrían que “entrar” en la clínica y recuperar la muestra de orina. El como se les había pegado a ellos, no tenían idea, pero de una cosa si estaban seguros y era que ni Doumyouji ni Rui nunca tenían que hacer el trabajo sucio.
— Demonios — murmuró Soujiro, cuando caminaba rápidamente por le largo pasillo del hospital seguido por Akira — ¿Cómo es que terminamos por ser los que irrumpiríamos en la clínica? ¡Fue culpa de Rui por haberle dado el bolso de Tsukushi a la policía!
— Sabes que Rui siempre termina por zafarse de las cosas embarazosas —suspiró Akira, manteniéndole el paso — Nosotros siempre somos los que terminamos por hacer las cosas que ni Tsukasa ni Rui quieren hacer. ¿Todas esas ridículas, pero muy educativas posturas del la karma sutra que hicimos por el bien de Doumyouji... ¿Te habías dado cuenta que siempre somos nosotros dos que lo hacemos? Rui nunca, jamás, ha enseñado algo a Tsukasa.
— ¡Y también recibió mas atención que nosotros en el manga! ¡Él y Doumyouji, maldición! ¡Solo por su estúpido triángulo amoroso! —dijo Soujiro —Si sólo hubieran hecho un pentágono amoroso, yo también me habría convertido en una estrella.
— Oye, yo no me quejaría si estuviera en tu lugar —dijo Akira — ¡Siempre tengo que hacer el papel de chica, una y otra vez, todo porque mi pelo es más largo!, ¡al menos tu tienes tu hombría intacta! Y conseguiste tu propia historia en el manga; ¡Aquel largo lio entre tu y tu amor de la infancia, Sara! ¿Y qué consigo yo? ¡Solo un estúpido Oneshot y eso porque la Sra. Kamio no tenia con que llenar las últimas páginas! ¡Pienso que la principal razón de que seamos nosotros los que irrumpamos en clínica no es solo para salvar el plan, sino para darnos mas participación ya que no tuvimos mucha en el manga! Para serte sincero, me sentí mas como un relleno que era necesario para completar el F4
— Las cosas que dejamos por nuestro querido amigo Tsukasa —lloriqueó Soujiro dramáticamente, que participaba en los monólogos de auto compasión de Akira — ¡En primer lugar, la falta de participación en el manga, y ahora, nuestras dignidades y posiblemente nuestros antecedentes penales libre de manchas! ¿Y para qué? ¡Solo para que su encaprichamiento con la más dura de los plebeyos, la menos femenina de las chicas, la única que se resistió a su encanto, de fruto! ¡Ah, que desdichado soy!
En ese momento, Soujiro decidió caer de rodillas, alzando sus manos como si quisiera lanzar un grito — ¿Por qué mí? de la manera más espectacular y exuberante.
— ¡Por qué... a mi! —gritó Soujiro desoladamente, con los puños apretados, y con lagrimas falsas que se dejaban entrever en sus ojos.
— Perdone mí, señor — lo interrumpió una enfermera que acababa de pasar — Este es un pasillo del Hospital muy utilizado ¿Podría por favor quitarse de en medio? Tenemos a un paciente de emergencia que llegará pronto.
— Lo siento — murmuró Soujiro levantándose de su acto dramático limpiándose las rodillas.
— Solo terminemos con esto de una vez —dijo Akira, tirando de Soujiro hacia la salida del hospital — Tenemos que hacerlo antes de que Makino tenga que hacerse su chequeo. Gracias al que el bondadoso Shouichiro lo pospuso.
Dos atractivos hombres jóvenes, sin saberlo el resto del personal y pacientes del hospital durante este día normal, debían emprender la tarea más grande en su, por sobre todo, mimada vida, y para hacerlo debían arriesgar su dignidad, su reputación y sus antecedentes penales.
Tenían que meterse en una clínica, y robar una muestra de fluido corporal.

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