miércoles, 24 de junio de 2009

Es A Ti A Quien Quiero - cap 04 - Inuyasha x Kagome

Por qué?!- le gritó kagome al medio demonio acercándose a él, entre lágrimas de desesperación- por qué has hecho eso…?
- Es… lo de… siempre, no? Pase lo que… pase… no voy a… permi… tir que… te hagan… daño… - respondió el chico débilmente antes de escupir una buena cantidad de sangre por la boca.
Mientras los otros no tenían ningún otro remedio que luchar, kagome se quedó quieta y llorando sin parar, sin poder hacer nada, mientras inuyasha iba cediendo poco a poco a la inconsciencia. Cuando lo hizo, kagome lo cogió con delicadeza, apoyando la cara del chico contra su clavícula. Se quitó la chaqueta que llevaba puesta y aplicando mucha fuerza, al final, consiguió arrancarle las mangas. Con las tres piezas que quedaron como resultado, intentó detener la hemorragia que estaba sufriendo el chico. Por mucho daño que le hubiera hecho, ella era incapaz de dejar morir a una persona que le importaba tanto.
Entonces, el ciempiés aprovechó aquel momento de distracción para volver a apartar a Miroku y a Sango de un golpe y volvió a lanzar el tentáculo contra ellos (kagome e inuyasha). La chica se dio cuenta. Abrazó el cuerpo inconsciente de inuyasha con fuerza y, increíblemente, sin saber cómo, una barrera espiritual se alzó para protegerlos. Al tocar aquella barrera tan sumamente poderosa, el cuerpo del monstruo se desintegró por completo.
- Crees que se pondrá bien?- preguntó kagome con voz abatida dos horas después.
Después de la derrota al ciempiés, habían decidido volver a la aldea de la anciana Kaede. Ésta, al ver a inuyasha tan ensangrentado y tumbado inconsciente encima de Kirara, se alarmó enormemente, y ordenó a Miroku que la ayudara con la curación. Se llevaron el cuerpo humano de inuyasha en casa de la anciana y empezaron a trabajar. Kagome y sango se quedaron fuera con shippou (éste había ido a dar una vuelta con kirara, ya que también estaba muy triste y preocupado).
- Claro que sí, kagome. Ya lo verás- respondió Sango- y verás que cuando esto acabe, todo volverá a la normalidad entre vosotros dos- al decir eso, notó un pinchazo de culpabilidad en el estómago.
- No sé si quiero que vuelva a ser como antes, sango. Sé que nada volverá a la normalidad entre nosotros, nunca. Inuyasha me ha hecho mucho daño, y por muy enamorada que siga de él, no voy a dejárselo pasar tan fácilmente.
En aquel momento, Sango notó que había llegado el momento de decirle la verdad a Kagome.
- Hay algo… que deberías saber sobre eso, kagome…
- El qué?
- Verás… es que…
- Qué?
- Te lo contaré. Pero antes de eso quiero que sepas que si no te lo había contado antes ha sido por tu bien.
- Está bien, pero dímelo ya.
- Verás… mmmm…
- Sango, me estás asustando- dijo kagome con voz preocupada.
- Mira, esta mañana me ha llamado kikyo.
- Qué?!
- Déjame explicártelo todo seguido, por favor. Ya es suficientemente duro. Sigo: me ha contado lo que pasó en realidad.
La chica la miró frunciendo el ceño:
- No necesito saber lo que pasó, sango. La cuestión es que la eligió a ella.
- No, no lo hizo.
Kagome se quedó muda.
-Bueno, al principio sí- siguió la mata demonios- pero no lo hizo porque quisiera, sino porque ella dijo que si no lo hacía, te mataría a ti.
Los ojos de kagome empezaron a brillar de arrepentimiento…
- Hay más- informó sango cogiéndole la mano- inuyasha soportó eso porque sentía que estaba endeudado con kikyo porque ella murió para seguirle en el pasado. Pero al cabo de unos días, ella notó como inuyasha no era feliz. Estaba siempre en las nubes y se le veía triste. Kikyo sospechaba lo que le pasaba y decidió hablar con él. Cuando lo hizo, inuyasha le soltó toda la verdad: le deprimía el hecho de saber que te estaba haciendo tanto daño, te echaba de menos y era contigo con quien quería estar. Entonces ella se enfadó y, sin querer, soltó que una vez intentó matarte. Él se dio cuenta y la obligó a confesar. Una vez confirmado, él, airado, le dijo que se iba, que no quería volver a verla, y que si se atrevía a tocarte un pelo, él mismo se encargaría de matarla. Y eso fue todo.
Kagome lloraba muchísimo. Había estado llorando durante todo el relato de sango. Se cogió el pelo con fuerza y se encogió sobre ella misma.
- No… no…- repetía sin parar- INUYASHAAAA!- gritó corriendo hacia la cabaña con las lágrimas bajándole en cascada por las mejillas, dónde se encontraba él solo, curado, pero inconsciente.
FIN DEL CAP 4!

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