miércoles, 24 de junio de 2009

Lagrimas - 04

Flash back:
Una niña pequeña corría por unos pasillos gritando de felicidad, en busca de la atención de su madre.
-¡Mamá!. ¡Mamá!. ¡Me han elegido mama!. ¡Me han elegido!
Soy una piloto de elite, de un proyecto especial para proteger a la humanidad. La mejor en el mundo.
Es un secreto para todos.
¡Pero te lo diré, mamá!
Todos han sido tan buenos conmigo, que ya no estoy sola.
Nunca mas estaré sola.
Estoy bien, aun cuando no tengo padre.
La niña vislumbra una puerta semiabierta…
-¡Mírame!. ¡A mí!
…corre hacía ella…
-¡Hey Mamá!
…y la abre…
-¡Mírame!
…y ve a su madre…
-¡Mama!
…sosteniendo a una muñeca de trapo mientras ella estaba colgando desde una viga tan serena, tan fría, tan muerta.
La niña mira la escena y rápidamente ella queda paralizada, y aunque externamente su cara sigue siendo de alegría “quien lo diría”, su animo había mutado de la alegría a la incredulidad y de la incredulidad al espanto.
Nuevo flash back.
-El promedio de sincronización esta por debajo del 10. No podemos activar la unidad dos.
-Hagan descender al Eva 02. En ese estado ella solo será otra victima.
Estas secuencias se repetían mientras ella susurraba una y otra vez –El Eva no se mueve, no se mueve...
Fin de los recuerdos.
-Promedio de Sincronización Cero.
No tengo capacidad para ser la segunda elegida.
No tengo razón para existir.
Nadie se fija en mí.
Sin papá, mamá, o alguien.
Ya no hay razón para vivir.
O para dejar de vivir.
Asuka hace estas reflexiones en voz muy baja, casi susurrando, mientras miraba fijamente y con inusitada atención un trozo de vidrio roto que colgaba de una ventana rota.
Toma el vidrio y observa un rato el lugar donde se encuentra. Era el “interior” de cuarto de baño de una casa de tipo campestre, propio de las afueras de la ciudad. En realidad lo de interior del cuarto fue un decir, ya que este no tenía techo, los restos de techo estaban derruidos y desparramados por todo el piso, solo se sostenía atravesando el cielo una viga de la cual pendía un cable con un portalámparas y una ampolleta que emitía una luz oscilante, ello porque el fresco aire de la mañana se colaba por todo el cuarto, meciendo la lumbrera. De hecho un poco de niebla matinal se introdujo en el interior.
En medio del cuarto lo único que estaba intacto y limpio, libre de escombros, era la tina. Asuka abrió la llave de agua. Si no hubiera sido por su depresión habría notado que abrió la llave del agua caliente y que efectivamente salió agua caliente, la que lentamente lleno la tina.
Se saco su ropaje y lo aventó por allí libremente, donde cayera. Después de dos días de andar vagando sin rumbo ni dirección ella estaba toda sucia, cansada y hambrienta. Pero su suciedad corporal y su cansancio no le importaban, y estaba demasiado deprimida como para pensar en el hecho de no haber comido en dos días.
Se introdujo en la tina, el agua caliente la calmo y la relajo un poco. Y le hizo dormir.
Unas horas después despertó, si bien mas avanzada, todavía seguía siendo de mañana. Ya no había ni brisa ni niebla matinal, el sol ahora comenzaba a elevarse en los cielos y a darle de lleno en la cara, y el agua de la tina se estaba enfriando, si bien conservaba aun cierta tibieza.
Al borde de la tina estaba el trozo de vidrio, si bien tosco, era por uno de sus bordes agudo y filoso. No era mucho, pero era todo lo que necesitaba.
No podía ser ella una inútil, se largaría para siempre. Y de seguro, nadie sabría mas de ella, sería mucho mejor así, nunca soporto la idea de alguien que diera lastima, mucho menos si ese alguien resultaba ser ella misma.
Ella huiría para siempre.
Eso pensó cuando vio el trozo de vidrio.
Con la única persona que de verdad la amo y le acepto por ser ella.
Y en eso pensaba cuando tomo el improvisado cuchillo.
Pero el débil y lejano tarareo de una canción logro captar la atención de la chica. Ella conocía la canción. Era el “Himno a la alegría”, hecha en base a la novena sinfonía de Ludwing Van Beethoven.
-¡Shaise!- Murmuro por lo bajo.
Y en verdad era muy bizarro esto, ella sumida en los profundos abismos escuchaba la melodía de una canción que hablaba de la alegría y de que todos los hombres llegarían un día a ser hermanos.
La melodía se hizo mas fuerte, y pasos se sentían acercándose hacia el cuarto de baño.
Por una de esas cosas raras de la vida, Asuka volvió a depositar el vidrio sobre el borde la tina. Esperando algo de esa presencia. ¿acaso tal vez una ultima esperanza?
Ella no lo vio, pero sintió que dentro del “cuarto” había alguien mas.
Este alguien había llegado, la vislumbro y ceso su tarareo. Esta presencia la miro, sin hablar. Mientras que ella continuaba acostada en la tina, sin hablar.
De pronto, la presencia hablo usando la voz de un chico.
¡La canción es buena!. ¿no lo crees?
¿Eh?-. Pregunto Asuka.
Una canción nos trae gozo y alegría. Una canción es una de las mas altas y puras manifestaciones de cultura que la humanidad haya creado. ¿No lo crees así?
-¿Alegría?-. Pregunto ella en tono deprimido. –Eso me suena a una palabra hueca sin sentido.
-¿Por que?
-Ya no tengo razón para vivir.
-¿Por qué sufres?
-No sirvo para nada.
-¿Quieres morir?
Largo silencio por parte de ella fue la única respuesta.
-¿Pero en el fondo de tu corazón, tu no deseas morir?. ¿No es así?
Asuka tenía el improvisado cuchillo nuevamente en la mano, pudo divisar parcialmente su cara de tristeza y miseria en el reflejo del vidrio. Aunque difusamente y sin claridad, también pudo ver al chico que la observaba.
Pero volvió a centrar su atención en ella misma, en verdad ella daba pena, y de seguro quien quiera que estuviere mirándola de seguro sentiría compasión por ella. Detestaba dar pena…
Pero por alguna razón ella ya no tenía valor para nada, ni siquiera para cortar las venas y poner fin a su miseria.
Acercándose el chico a Asuka, este le hablo. -Eres demasiado orgullosa, incluso como para morir. Eso puede ser bueno, pero a la vez puede destruirte. Como ahora.
-¿Qué estas diciendo!. Dijo ella sacando una improvisada exclamación.
-A eso me refiero-. Dijo el chico riendo de buena gana mientras rápidamente tomaba el vidrio y lo aventaba muy lejos por ese espacio hueco donde antes había estado la ventana donde unas horas antes Asuka había sacado ese vidrio. –Mejor será que te ayude a levantarte, veo que ya debes llevar horas en esa tina y debes estar toda entumecida.
-¡No necesito de tu ayuda!-. Replicó ella.
Pero al intentar levantarse ella estaba efectivamente entumecida, por lo cual resbalo y estuvo a punto de caerse, de no haber sido por el chico quien la alcanzo a sostenerla y a ayudarla a salir de la tina.
Ella recién pudo ver totalmente al chico, era de su misma edad y parecía irradiar una extraña paz. Eso le llamo la atención, mucho mas que su pelo grisáceo y ligeramente desordenado.
Solo cuando estuvo afuera y sintió la brisa correr por su cuerpo Asuka se dio cuenta que ella estaba completamente mojada y desnuda frente a un chico. Y eso la hizo reaccionar como antes.
-¡Pervertido!. Date vuelta o ya vas a ver lo que es bueno.
Veo que ya estas mucho mejor-. Dijo con una sonrisa a flor de labios mientras él se daba vuelta para permitir que ella se vistiera
Mientras se tenía que secar con la misma ropa que había usado y que volvería a usar, Asuka no pudo evitar preguntar que hacía el allí.
-Yo vivía aquí, hasta que un día uno de los ataques de los ángeles destruyo esta casa, que era mi hogar. Ahora vivo en la ciudad, pero me gusta venir para acá. Da mucha paz este lugar. ¿No lo crees así?...
-Si, puede que tengas razón kinder…
-Kaworu.
¿Ah!.
-Ese es mi nombre, Kaworu Nagisa.
Ya puedes darte vuelta Kaworu-. Le dijo en un tono que ya iba recuperando su semblante normal, muy propio de ella.
Al verla, Kaworu se sorprendió gratamente. Ella era una joven hermosa y llena de vida. ¿Es que acaso el estaba viendo a la misma chica que hace solo un par de minutos odiaba su existencia y quería acabar con ella?
-Eres hermosa.
-Gracias.
-Pero no se cual es tu nombre.
-Ah, que tonta soy. Mi nombre es Asuka Langley Soryu.
-¿La segunda elegida?. Pregunto sorprendido Kaworu.
¿Como lo sabes?. Pregunto ella.
-Eres muy conocida en este rubro-. Le respondió muy sonriente. Y luego agrego. –Como tu, soy uno de los elegidos. Yo soy el quinto elegido.
¿El quinto elegido?
El chico solo se limito a asentir con la cabeza.
“Respecto de los últimos síntomas, como las voces, las risas y las visiones; esto solo parece confirmar lo que todos los informes preliminares ya habían dicho y que estos informes confirmaron. En definitiva, solo esta causal podría explicar los sucesos ocurridos recientemente con la Primera Elegida.
Rei Ayanami padece de algún cuadro no determinado de esquizofrenia”.
Con estas palabras la doctora Akagi termino de redactar en su laptop el informe clínico sobre la piloto que la había mantenido ocupada durante toda la semana. Sin embargo, pese a que casi todo cuadraba con la teoría, igual había algo que parecía seguir sin sentido y por ende daba vueltas en su cabeza. ¿Por qué había aparecido un tercer campo AT que impidió que el Eva 00 se autodestruyera?. La aparición y lectura de ese campo no fue un error del sistema MAGI, todos los registros, todos los patrones y todos los análisis de confirmación fueron categóricos; el tercer campo AT realmente apareció y existió.
Si todos los análisis sin excepción han demostrado una y otra vez que el ataque del ángel no provoco contaminación alguna ni en la piloto ni en su unidad Evangelión. ¿Qué pudo haber motivado la aparición de dicho campo. ¿Acaso era una nueva forma de ataque desconocida por ella?. ¿acaso el ángel dejo a la piloto con alguna secuela no identificada o quizás…?
Luego de unos minutos de pensarlo en silencio, Ritsuko reviso en la bases de datos el largo listado de medicamentos que tomaba la piloto. Suplementos de proteínas, vitaminas, energizantes, minerales y pildoras anticonceptivas. Pero también habían psicofármacos y otras drogas para controlar la personalidad. Ellas eran necesarias para manejar y controlar el carácter de Rei.
La doctora procedió a alterar la lista, suprimiendo todas estos psicofármacos y en su lugar los reemplazo por unos par de píldoras que debía tomar en la mañana y en la noche respectivamente, píldoras que en realidad no eran mas que vitaminas sin efectos psiquiátricos, para evitar problemas en la paciente por sobredosis también altero la lista de vitaminas a tomar.
-Si mi idea es correcta, no solo se habrá liberado el Eva 00-. Pensó ella en voz alta.
A través de los paneles de vidrio polarizado, el profesor Fuyutsuki veía a quien se desempeñaba hasta hace poco como la primera elegida y piloto de la unidad 00. Estaba consternado, nunca pensó en verla así, catalogada como una demente clínica. Totalmente ausente de la realidad, como si esperara algo, algo que pudiera traerla de vuelta.
Y de verdad le dolía mucho, y lo peor es que se sentía en parte culpable de todo esto. Tal vez, su culpa comenzó el día en que contra todos sus principios y convicciones aceptó involucrarse y ser parte del entonces denominado “proyecto Eva”. Nunca lo manifestó públicamente, pero desde el “incidente de Yui”, hace ya poco mas de once años, no había día de su vida en que su conciencia no le recriminara ser coparticipe y responsable de todo.
Y el ver a Rei le hacía recordar a Yui, no era para menos, después de todo el sabía perfectamente toda la historia de todo lo que había ocurrido en NERV desde el día que llego a laborar a dicho complejo.
Como un circulo, la historia se cierra y se replica a si misma. ¿Estaremos condenados como especie a la desdicha, a pesar de nuestros planes?-.
Luego de mirarla por ultima vez antes de largarse pensó –Es irónico, pero para nuestra salvación es necesario precisamente que Rei replique la historia.
Y entonces, justo antes de retirar la mirada del vidrio, ella dio vuelta la cabeza y lo miro fijamente, provocándole por breves segundos un terror profundo, antes de recordar que el vidrio es polarizado y que por ende ella no podía verle. A pesar de esto, Fuyutsuki no estaba convencido del todo de esta explicación lógica, y pensó seriamente que ella si le observo.
¿Qué?… ¿que me estas diciendo que!.
Asi es Shinji, Rei esta loca y ya no va a poder pilotear mas.
En la oficina de la Mayor, Shinji no podía dar crédito a las palabras de Misato. De improvisto y sin motivo o causa aparente todo parecía ir de mal en peor. Había perdido a la única persona que en el fondo le importaba.
Y nunca se lo dijo.
Otra vez algo que quería era destruido. Y Shinji solo atinaba repetir murmurando. –Debí haberle dicho, debí haberle dicho…-.
¿Que ocurre Shinji?
Rápidamente sacudiéndose de sus pensamientos respondió –Quisiera ver a Ayanami.
Sorprendida con esto Misato le respondió que eso no dependía de ella, sino que del departamento medico encabezado por Ritsuko.
¡Pues quiero hablar con ella!
El dialogo fue interrumpido por una llamada telefónica que atendió la Mayor. Era del departamento de inteligencia de NERV, decía que habían encontrado a la segunda elegida y que venía con un chico.
¿Quien es ese chico?. Pregunto Misato.
-Se hace llamar Kaworu Nagisa-. Le contestaron desde el otro lado de la línea.
¿Está seguro del nombre?.
Absolutamente, las identificaciones de ambas fueron confirmadas.
Misato demoro en contestar.
¿Algún problema Mayor?
Rápidamente contesto. –Negativo. ¿Se encuentra bien la segunda elegida?
Afirmativo.
Bien, lleven a la segunda elegida al hospital para que le hagan control medico, en cuanto al chico reténgalo por un momento hasta que yo llegue, voy para allá.
A la orden.
La Mayor colgó rápidamente el teléfono y tomo su chaqueta. Mientras tanto se dirigió a Shinji. –Debo irme ahora, deberás plantear tu inquietud personalmente a Ritsuko, de seguro ella te podrá ayudar.
¿Que ocurre Misato?
Encontraron a Asuka-. Le dijo mientras se retiraba de corriendo de la oficina.
Ante esta noticia, Shinji decidió salir corriendo tras Misato. Quería ver a Asuka, saber como estaba y el porque huyo. Quería ayudarla, aun cuando en el fondo de su ser sabía que lo mas probable es que ella lo rechazara. Pero aun así, quiso ir a verla.
Pero a llegar a la entrada del cuartel Shinji no vio a la segunda elegida, solo vio a un chico de su misma edad y de extraño pelo gris.
Y este le devolvió la mirada. Dejando muy turbado a Shinji. El nunca lo había visto antes, pero no le parecía ningún extraño o desconocido. Sentía de hecho que en alguna ocasión o circunstancia lo había visto. Pero no pudo recordarlo.
Mientras Kaworu era “Entrevistado” por Misato y la sección de seguridad e inteligencia de NERV, Shinji miraba desde cierta lejanía a este chico. ¿sería acaso este el quinto elegido?.
Pensó que lo del nuevo chico tendría para rato, así es que decidió ir hacia el hospital a ver a Asuka. Sabía donde la llevarían, después de todo cuando huyo, le dieron de baja y lo enviaron a la estación, para luego no abordar el tren y regresar; lo primeo que hicieron cuando lo reintegraron a NERV fue llevarlo al hospital. Incluso sospecho donde la podrían haber llevado. Sección 1, primer piso, hacia el fondo.
Y efectivamente, al llegar supo que Asuka estaba allí, si bien no le permitirían verla hasta que el chequeo medico hubiere concluido.
Minutos después, la chica salio de la consulta.
Y vio a Shinji, quien estaba feliz de verla nuevamente.
Pero a ella no le gusto verle. Una mirada y una mueca de profundo desprecio se asomaron por su cara. Luego, Asuka se marcho de allí corriendo.
Shinji se sorprendió de esta actitud. Es cierto que el no esperaba una calido abrazo de reencuentro por parte de Asuka, pero tampoco el esperaba tanta mezquindad e indiferencia de parte de la joven pelirroja. Esto le molesto, y por ello en vez de dejarla ir y de esperar hablar con ella en alguna otra ocasión mas propicia decidió en su lugar seguirla rápidamente, corriendo tras ella.
En el hall de acceso al establecimiento medico Shinji logro encontrar a Asuka, esta pretendía continuar huyendo, pero él se abalanzo sobre ella y la sujeto para evitar que huyera.
¿Que te pasa Asuka?
Nada-. Dijo ella esquivando la mirada.
No Asuka, algo te molesta y no te deja tranquila. Quiero ayudarte.
¡No necesito tu estúpida ayuda “baka”!
¡Asuka, quieres dejar de insultarme!. Me preocupo por ti y quiero ayudarte, porque no puedo verte así. Pero para ello necesito saber que te ocurre.
¡Ya te dije que no necesito tu ayuda!. ¿Es que acaso eres un retrasado mental que no puedes entender?
Por favor Asuka. ¿dime que te ocurre?. Dime que te hecho para que me cargues todos tus problemas!.
Ella dio vuelta su cabeza y lo miro fijamente a los ojos. Y pudo ver el odio en su mirada, odio que predecirían a estas palabras.
¡Tu eres la causa de todos mis problemas!.
Y luego le grito en la cara lo que ella sentía por el.
¡ Te odio!
¡Te odio Shinji!.
¡TE ODIO CON TODAS MIS FUERZAS!.
Y ella golpeo con su rodilla el estomago de Shinji, para luego empuñar su mano y estrellar su puño contra la cara de él, lo que termino de aturdirlo y botarlo al suelo.
Después de esto, ella huyo a toda prisa de lugar.
El no la siguió y la miro como ella se marchaba. Le dolía demasiado su cuerpo por los golpes recibidos, pero mas le dolía lo que ella le había dicho.
No podía creer que ella lo odiara a tal magnitud. Sabía que ella era difícil y complicada y que de seguro no le caería bien a Asuka. Pero de ahí a odiarlo con tal magnitud, era algo que no podía concebir.
Fue tal su impresión que no atino a pararse, sino hasta que algunos miembros del hospital lo vieron y le ayudaron a levantarse.
Días después en una prueba de sincronización estaban Shinji, Asuka y Kaworu. Frente a ellos estaba una piscina de LCL, sobre ellos estaba unos largos cilindros que eran replicas de las “Entry plug” o cápsulas de los Evas. A medida que iban descendiendo las cápsulas para ponerse a su altura y poder hacer ingreso a ellas Shinji dio un rápido y disimulado vistazo hacía las cápsulas. La suya tenía un enorme “01”, la cápsula de Asuka estaba numerada con “02” y la que ocuparía el otro piloto “Shinji no había aun tenido oportunidad de conocerlo” tenía la numeración “03”.
No pudo evitar sentir un poco de pena al ver la última cápsula, esta había sido instalada poco antes de que llegara el Eva 03, y debía ser usada por el piloto de dicha unidad para esta clase de pruebas. Sin embargo dicha cápsula nunca antes había sido utilizada, porque no alcanzo a haber un cuarto piloto para ese fin, porque Shinji no lo había hecho posible al atacar con su Eva 01 al Eva 03, cuando dicha unidad se convirtió en el décimo-tercer ángel.
Antes de entrar a su cápsula miro hacia su derecha, donde no había nadie, y luego levanto su mirada hacía el techo, donde había una cápsula que no descendió, aunque no del todo Shinji alcanzo a ver su numeración. Era el “00”.
“Tampoco veré a Ayanami hoy”. Pensó Shinji al entrar en la cápsula.
Varios minutos después, en el puente de mando, el personal científico se encontraba analizando los datos que arrojaba el experimento.
El estado actual de los pilotos es de perfecta normalidad-. Indicaba Makoto.
Baja la cápsula 03 a profundidad de 0.3-. Indicaba Ritsuko.
Sí-. Afirmo Maya.
A pesar de la ejecución de dicha orden, los datos otorgados por dicha cápsula seguían inalterables.
¿Hay algún error en esta lectura?-. Pregunto Fuyutsuki, quien por ausencia del Comandante Ikari estaba subrogándolo en dicha calidad.
No señor. El sistema de prueba está operando normalmente-. Responde Makoto.
Magi no ha detectado error en los datos-. Responde Maya.
La sincronización ha subido en tres puntos, ahora es del 125 por ciento.
Es sorprendente que este chico alcance niveles tan altos de sincronización, sin haber cambiado previamente el núcleo de la unidad. Se supone que esta es solo una prueba preliminar-. Ritsuko no podía entender, mucho menos explicar la situación.
Aún, no puedo creerlo. Digo… ¡es imposible en este sistema!. ¿no debería permitirlo?-. dijo Maya.
No obstante, esto es un hecho. Primero debemos aceptar el hecho y después proceder a investigar la causa de ello-. Sentencio muy seria Misato.
Mientras esto ocurría, el quinto elegido permanecía inmutable, con una enigmática sonrisa en sus labios.
Una hora después, en los camerinos, estaba Shinji dándose una ducha, removiéndose lentamente los restos de LCL que le pudieran quedar. Irónico, detestaba permanecer mucho rato en el cuartel, pero esta vez no tenía prisa alguna en salir de allí, ya que no sentía donde podía ir. ¿A la casa de Misato?. No, se había vuelto grande y vacía, ya que su dueña había adquirido la costumbre de trabajar hasta tarde, por lo que él casi no la ve, de hecho últimamente se quedaba dormir en el cuartel. Además, lo más probable es que si va para allá se encontraría con Asuka, y por razones obvias, ya no quería verla. De hecho aunque hicieron la prueba de sincronización juntos, no se dirigieron palabra alguna, además no era necesario, bastaba verle su cara para ver cuanto ella lo despreciaba.
¿Porque Asuka me odia?. ¿Que he hecho yo para merecerme eso?-. Ese era el pensamiento que en esos momentos mas frecuentemente rondaba por la cabeza de quien era el tercer elegido.
Después de mas de media hora bajo la ducha, salio aun mas desganado que cuando entro. Tanto que no reparo que se andaba paseando desnudo, y eso no hubiera sido problema de no haber sido porque Shinji no estaba solo. Y se dio cuenta de ello cuando alguien le hablo.
¿Perdiste la toalla?-. Pregunto el nuevo.
¿Eh?.
Este no le contesto y le señalo un enorme espejo donde Shinji se pudo ver desnudo, ante esto rápidamente procedió a cubrirse con sus manos sus partes intimas, mientras se dirigía a su camerino a secarse y vestirse tan rápidamente como fuera posible.
Shinji Ikari. ¿Este es tu nombre, no?.
¿Quién eres tu?. ¿Y cómo sabes tu mi nombre?-. Pregunto el aludido mientras se vestía. No recordaba que hubieran mencionado su nombre durante las pruebas.
Si, eres tu. Discúlpame, pero tendrías que estar mejor enterado de tu propia posición.
¿Eso es así?.
Así es.
Bueno ¿supongo que tu eres el quinto elegido?. Si no, no habrías hecho la prueba de sincronización.
Así es-. Y luego agrego. -Mi nombre es Kaworu. Kaworu Nagisa-. Responde este sonriendo.
Bueno, yo soy Shinji. Mmmm… tu ya debes de saberlo Nagisa-kun-. Responde un confundido Shinji.
Llámame "Kaworu," Ikari-kun.
Está bien, no es necesario tanto formalismo. Llámame Shinji.
Kaworu ríe, esto no tenía sentido lógico. Pero el ver reír tan alegre y despreocupadamente a este chico hizo que por unos instantes Shinji pudiera olvidar sus problemas y al menos sonriera un poco.
Pero la sonrisa no duro mucho, rápidamente sus tormentos regresaron y le impulsaron a huir una vez mas. -Me gustaría quedarme, pero no puedo. Debo volver a casa.
En realidad Shinji, no quería volver, pero se marchaba porque tampoco tenía muchas ganas de relacionarse mucho con Kaworu.
Pero este le pregunto. -Tienes una casa, o un hogar a donde ir. Ese hecho te hace feliz. Eso es lindo.
¿Eso es así?
Quisiera hablar contigo algo más. ¿Puedo ir contigo?.
¿Eh?-.
Quiero decir acompañarte. ¿No vas a ir a tu casa?
Sí...
No te noto muy convencido o contento Shinji-Kun. ¿Es que acaso en realidad tu quieres decir que "no"?
Oh, sí. No... decir NO-. Respondió un Shinji que a esas alturas estaba totalmente confundido. “¿Que rayos me pasa?”, se preguntaba mentalmente. Le hicieron una pregunta relativamente simple, y sin embargo Shinji se confundió entero. Sus confusas y torpes respuestas daban prueba de ello.
Algo te tiene aproblemado y no te deja tranquilo.
Shinji no le respondió, estaba todo tenso. Le costaba pensar.
Pero Kaworu se acerco a el, le sonrió y le puso la mano derecha en su hombro. Y mirándole le pregunto. -¿No puedes contarme?.
No…
¿No quieres contarme acaso?.
¡Ehh!… No, bueno, no se, eh…- A estas alturas Shinji ya no sabía que pensar. Kaworu era para el un chico al cual solo venía conociendo desde hacía menos de cinco minutos, pero por alguna razón extraña Shinji no lo veía como un extraño, de hecho lo sentía como si lo hubiera conocido de toda una vida. ¿Podría confiar en el?. ¿podría acaso contarle de su vida, de sus angustias y temores?. ¿de lo ocurrido con las dos chicas mas importantes de su vida y de cómo últimamente se habían dado las cosas con ellas?. ¿Podría…?
–No tienes que contármelo si tu no quieres, pero si puedo ayudarte, ten la certeza que lo haré.
Eso corto los pensamientos del tercer elegido.
Y luego Kaworu le hizo una pregunta que puede parecer demasiado inocente, de hecho casi infantil. Pero que para Shinji no era intrascendente. -¿Quieres que seamos amigos?. ¿Quieres ser mi amigo, Shinji-Kun?.
¿Amigos?.
En su oficina, la Mayor Katsuragui revisaba una y otra vez los pocos datos que tenía del quinto elegido. Fuera de su fecha de nacimiento y unos cuantos datos estadísticos de poca importancia, todo lo demás o no existía, o estaba borrado, o aparecía como “ información clasificada”. Tantas dudas y tan pocas respuestas.
Esto no me gusta, se parece demasiado a los informes que existían sobre la primera elegida “que eran casi equivalentes a cero”. ¿Quien eres en realidad, Kaworu Nagisa?.
Ya de noche, mas bien cerca de la medianoche, el Comandante Ikari se encontraba junto con el Profesor Fuyutsuki y la doctora Akagi en el centro de producción del sistema “Dummy plug”.
Creo que SEELE quiere tomar directo control de todo el programa-. Le comento Fuyutsuki.
Es probable, solo eso puede explicar lo ocurrido en la mañana-. Comentaba Ritsuko
Los viejos solo están delirando. El enviado de SEELE no encontrara lo que busca, porque lo que busca no esta donde ellos creen. Además, el tiempo corre a nuestro favor y el plazo se agota para ellos, y no tienen lo necesario-. Respondió Gendo.
Y luego de una breve pausa y de centrar su mirada hacia lo que tenía en frente agrego. –No es como la quisiéramos, pero es lo que tenemos.
Fuyutsuki, inicie el programa.
Si.
Al frente de ellos, dentro de un estanque tubular se encontraba Rei, quien despertó de un sueño inducido. Al despertar se sobresalto un poco porque no sabía donde estaba y porque tuvieron que absorber sus pulmones LCL para poder respirar. Pero cuando ya pudo respirar dentro del estanque y pudo vislumbrar su alrededor supo donde estaba, y pudo reconocer las tres figuras que estaban allí observándola, sobre todo la figura que estaba al medio, la figura de un ser que ahora detestaba.
Ya esta plenamente conciente-. Le dijo la doctora.
Iniciemos el procedimiento-. Ordeno el Comandante.
Dentro del estanque un chillido infernal comenzó a atormentarla en su cuerpo, en su mente y en su alma; lo que la llevo a sacudirse violentamente, al punto de arquearse entera mientras se agarraba su cabeza y profería inaudibles gritos que intentaban reflejar lo desgarrada de su alma.
“No eres humana, nunca lo has sido y nunca lo serás”. Pensaba el Comandante, quien contemplaba impasible la escena. Y luego dirá –la instrumentalización es inevitable, es nuestro destino-.

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